El PSOE cree que declarar la emergencia hídrica en Tenerife no es adecuado para el campo y propone un plan de choque
El presidente del Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, ha propuesto este lunes un plan de choque para hacer frente a la situación de “estrés hídrico” que vive la isla, con modulaciones y cortes cada vez más frecuentes en el suministro de agua destinada al sector primario. Dicho plan gira en torno a cinco actuaciones y dos planes para minimizar las pérdidas de agua. Para todo ello, ha explicado Martín, sería clave la declaración de emergencia de los trabajos, de manera que puedan ser ejecutados en un plazo corto de tiempo.
“No nos oponemos a la declaración de emergencia hídrica”, ha explicado. “Pedimos al grupo de gobierno del Cabildo de Tenerife que, en base a informes del área de Agricultura y sus registros de pluviometría y a la situación de las balsas registrada por Balten, declare la emergencia de este plan de obras, para lo cual tiene argumentos suficientes”, ha dicho Pedro Martín. “La declaración de la emergencia hídrica que es algo mucho más general puede llevar más tiempo y quizá podría generar efectos adversos porque esa declaración dejaría el agua para uso agrícola en segundo lugar”, ha agregado.
El plan, que añadiría al sistema en torno a 40.000 metros cúbicos diarios más de agua de riego, consta de cinco actuaciones y dos planes para minimizar las pérdidas, todo ello con una inversión de, al menos, 65 millones de euros.
En cuanto a la desalación de agua, la propuesta socialista pasa por la construcción de las desaladoras comarcales del Nordeste, que iría ubicada en el municipio de San Cristóbal de La Laguna, y del Valle de Güímar. Ambas supondrían 40 millones de euros de inversión y 40.000 metros cúbicos adicionales. Los proyectos e informes de impacto ambiental se encuentran preparados. Todo ello sin olvidar la ampliación de las depuradoras de Fonsalía y Granadilla de Abona.
Mientras se realizan las obras, Pedro Martín ha pedido que se recupere la desaladora portátil que se instaló en Güímar en el pasado mandato y que ha dejado de funcionar con el actual grupo de gobierno.
Junto a ellas se pondría en marcha la depuradora de la Isla Baja. Este proyecto es fundamental para una zona de Tenerife que es la que precisa una mayor cantidad de agua para el sector primario.
En la Isla Baja, además, la intervención más importante es la conducción entre el Valle de La Orotava y la zona agrícola de la Isla Baja.
Sobre la depuradora de Santa Cruz (la denominada depuradora de Buenos Aires), Martín pidió “aunar esfuerzos de todas las fuerzas políticas ante esta obra que parece interminable y que es clave para incorporar al sistema una gran cantidad de agua con destino al riego en el sector primario”.
Además de estas obras, el expresidente insular defendió la conveniencia de un plan plurianual para seguir impermeabilizando las balsas de la Isla, que encontró con grandes pérdidas de agua al llegar al gobierno insular. De estas, cuatro se dejaron concluidas (Tegueste, San Juan de la Rambla, Montaña de Taco en Buenavista del Norte, y El Saltadero en Granadilla) y una en marcha, la del barranco de Benijos.
A este objetivo se destinarían entre cuatro y seis millones de euros en un plan plurianual de actuaciones.
Pedro Martín también recordó que en su mandato se concluyó la primera auditoría sobre la situación de los doce municipios que tienen la gestión directa de este recurso. Los datos eran preocupantes: se halló la existencia de grandes mermas y, por esa razón, se dedicaron inversiones en el mandato pasado.
Por ello ha propuesto incluir en este plan de choque actuaciones por valor de diez millones de euros en una línea de ayudas con carácter plurianual en tres ejercicios económicos, desde 2024 a 2026.
El Grupo Socialista, explicó, tiene la intención de llevar esta propuesta al pleno del Cabildo de Tenerife, con el objetivo de debatirlas y de ponerlas en marcha con la mayor rapidez posible, al tiempo que recordó que, durante el mandato de los socialistas, se dio un gran salto en las partidas económicas destinadas al sector primario.
Entre las actuaciones llevadas a cabo en el gobierno anterior, destacan los 200 millones de euros destinados a depuración y evitar vertidos al mar, la mejora de la situación de los embalses y de la principal conducción de agua de la Isla (desde Santa Cruz a la Comarca Sur), por valor de 1,4 millones de euros, o las mejoras y ampliaciones de desaladoras y depuradoras, lo que coloca al actual gobierno insular en una coyuntura mucho mejor que la que se encontró el anterior.
El gran depósito subterráneo de la Isla desciende anualmente entre 2,5 y 3 metros lineales al año, con picos de hasta cinco metros. Es decir, que cada año el acuífero se aleja más de la superficie y se acerca a la interfaz de agua dulce-agua salada.
Entre 1985 y 2016 el caudal conjunto de los efluentes de la isla se redujo un 30%, pasando de 212 Hm3 a 150 Hm3 al año. Cualitativamente, las aguas minerales presentan mayores niveles de salinización debido, precisamente, a ese descenso del nivel del acuífero.
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