Sí Se Puede e IUC quieren que el pleno de Santa Cruz distinga a la exarquitecta municipal Pía Oramas
Sí Se Puede (SSP) e Izquierda Unida Canaria (IUC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife han renunciado por ahora a plantear la reprobación de los tres concejales aún en activo que apoyaron en 2001 el convenio de compraventa del frente de playa de Las Teresitas, luego anulado por sentencia judicial ya firme.
Esta estrategia se adopta con la intención de poder obtener el apoyo unánime a la concesión de honores y distinciones de la ciudad a la exarquitecta municipal Pía Oramas, que impidió que “el mayor caso de corrupción de la ciudad” quedara impune.
Los portavoces de SSP e IUC, Pedro Fernández Arcila y Ramón Trujillo, que presentaron este martes en rueda de prensa la moción a favor del reconocimiento a Pía Oramas, confiaron en que con ese aplazamiento de la petición de reprobación de los concejales la concesión de honores a la exarquitecta por su lucha contra la corrupción en el Ayuntamiento y su “íntegra y ejemplar defensa del interés público” sea aprobada por unanimidad de todo el pleno.
La moción, que se debatirá el viernes, inicialmente tenía dos puntos: la concesión de honores a Oramas y la reprobación de los concejales Dámaso Arteaga (CC), José Alberto Díaz-Estébanez (CC) y José Carlos Acha (PP).
Sí Se puede e IUC los consideran responsables políticos por participar en la “nefasta decisión”, en “actitud política negligente”, que llevó a la aprobación de la compraventa del frente de la playa, por la que ha sido condenado a prisión en primera instancia, entre otros, el exalcalde Miguel Zerolo.
Según relató Trujillo, cuando este lune la junta de portavoces municipal conoció el contenido de la moción, la parte de la reprobación fue recibida con una “hostilidad superlativa” tal que ha decidido dejar ese punto para presentarlo por separado después del verano, con vistas a que su inclusión no perjudicara el apoyo al punto relativo al reconocimiento a Pía Oramas, que considera esencial.
Trujillo considera que nadie podrá oponer argumentos al reconocimiento del papel de Pía Oramas, que evitó con su actitud valiente que prosperara “la operación corrupta de Las Teresitas” frente a las “presiones intimidantes”, propias de “un entorno mafioso”, que recibió para que sobrevalorara el precio de los terrenos.