Un grupo de vecinos del barrio santacrucero de San Andrés ha mostrado sus sospechas de que la empresa concesionaria del servicio de aguas, Emmasa a través de la subcontrata Santacrucera de Aguas, está vertiendo las aguas negras de los caseríos de Anaga en el alcantarillado del pueblo. Desde este punto irían directamente al mar a través del emisario submarino que mide unos trescientos metros. Lo cierto es que un camión de la compañía subcontratada descarga cada hora u hora y media por las mañanas en el alcantarillado del pueblo. Los vecinos consideran que las aguas provienen sin ninguna duda de pozos negros debido al mal olor que desprende.
La explicación de la compañía es que las aguas provienen de la limpieza de la playa de Las Teresitas y luego se vierten en el punto del alcantarillado que resulta más cercano, precisamente, el que está junto al Castillo de San Andrés.
Los vecinos han comprobado que efectivamente en ciertos casos es así, pero no en todos. Aseguran haber constatado personalmente que algunos de los camiones llegan desde Las Teresitas, pero que otros lo hacen a través de la carretera de Anaga. Los vecinos más cercanos al punto del alcantarillado son los que peor lo pasan debido a los malos olores, que incluso les obligan a cerrar las ventanas.
Desde Santacrucera de Aguas se ha indicado este lunes que se trata de aguas pluviales, lo que los denunciantes ponen aún más en duda. “Esa explicación tiene aún menos sentido y es más ridícula; primero porque no hay lluvias y segundo porque este tipo de aguas van directamente al mar por sí mismas”.
Lo que no dudan los denunciantes es que se trata de aguas negras que son descargadas al emisario submarino, que en este punto de litoral mide 300 metros, una longitud que no es demasiado significativa si se tiene en cuenta que la playa de Las Teresitas es utilizada en esta época del año por miles de personas.
Lo cierto es que el vertido de aguas en el litoral de Anaga siempre ha resultado problemático. La falta de alcantarillado obliga a la limpieza periódica de los pozos negros en lugares como Taganana o La Cumbrilla y de ahí sería vertida luego a la red de San Andrés. Unos vecinos denuncian que, por ejemplo este lunes, a lo largo de la mañana han sido cuatro los camiones que han llegado y depositado estas aguas, el primero a las cinco de la mañana. Recuerdan que hace años se dieron casos de intoxicación en puntos de la playa precisamente por el vertido de las aguas negras.
Obras lentas en el barranco
Otra de las denuncias de estos vecinos es la lentitud con la que se está llevando a cabo la canalización del barranco. Piden que se tenga en cuenta que en poco tiempo llegará el otoño y las consiguientes lluvias torrenciales que se han vuelto habituales en esta época del año.
Pero además, la desembocadura del barranco de San Andrés se ha convertido en uno de los más significativos puntos negros en cuanto a las consecuencias nefastas de las tormentas. En estos momentos, indican, el cauce está tupido por las obras de manera que, en caso de que se registre una lluvia de cierta intensidad, se desbordaría de forma inmediata.