“Crear un mundo con sentido es una de las mayores necesidades actuales”
El filósofo de la ciencia y escritor catalán Jordi Pigem ha participado este lunes en el Paraninfo de la Universidad en el coloquio posterior al estreno en Tenerife del documental En búsqueda del sentido, acto enmarcado en la serie ULL Debates.
Jordi Pigem tiene un extenso y laureado currículo. Doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona, ha sido profesor en el Masters in Holistic Science, del Schumacher College de Dartington, y de la Universidad de Plymouth, en Inglaterra. En la actualidad, Pigem imparte diversos cursos universitarios, como el máster en Agricultura Ecológica en la Universidad de Barcelona. Es autor de varios libros, como La odisea de Occidente, Buena crisis o Inteligencia vital, todos ellos publicados por Kairós y además ha recibido varias distinciones: el premio de Filosofía del Institut d´Estudis Catalans, el premio de Ensayo de Resurgence y la Scientific and Medical Network, y el XXV Premio Joan Maragall.
Cuando se es consciente de todos los frentes que hoy en día están abiertos (cambio climático, pérdida de soberanía alimentaria, desigualdad, contaminación...) es difícil no caer en el pesimismo. ¿Qué recomendaría para evitarlo?
Cuando uno se libera de las capas de engaño y de autoengaño que nos inculca el sistema, es normal quedarse anonadado ante la magnitud de todo lo que hacemos mal. Tenemos crisis en todos los ámbitos: económica, social, ecológica, energética. La corrupción es un reflejo de una crisis de valores, una crisis de la integridad y de la dignidad. Tenemos más retos que nunca, pero también tenemos más oportunidades. El mundo del futuro puede ser mucho mejor o mucho peor. Será, en cualquier caso, un mundo más local. Y si ese futuro va a ser mejor o peor en esta isla o en esta comarca, en gran medida dependerá de lo que hagamos todos nosotros. ¿Puede haber una época más interesante para vivir?
El documental En búsqueda del sentido invita a reflexionar sobre la vida que llevamos en Occidente (entre otras cosas), pero ¿realmente hay un sentido que pueda encontrarse o estamos ya en un punto sin sentido?En búsqueda del sentido
Encontrar el sentido de la propia vida es lo más importante en la existencia humana. La ciencia nos explica muchas cosas, pero no puede decirnos nada sobre el sentido de nuestra vida. Tenemos más tecnologías y conocimientos que nunca, pero para la mayoría de las personas hoy la vida no tiene sentido. Y, sin embargo, siempre hay un sentido, aunque quede oculto bajo la confusión y las distracciones que nos rodean. Todos hemos de encontrar el sentido de la vida, buscando en el interior y aprendiendo de donde se pueda. Crear un mundo con sentido es una de las mayores necesidades del mundo de hoy.
Algunos dirán que prefieren vivir ignorando el monstruo en el que se han convertido nuestras sociedades...
Vivir engañándose no es vivir. Quizá sea sobrevivir, pero vivir plenamente, que es a lo que hemos venido, requiere honestidad y coherencia con uno mismo, con los demás y con el mundo. Si hay oscuridad no la ignores, pero vete hacia la luz.
A este ritmo acabaremos con los recursos del planeta en pocos decenios ¿Estamos a tiempo de evitarlo?
Todo está en juego y todo es posible, de ahí a magnitud de la aventura de vivir en el mundo de hoy. Y una de las muchas cosas que hay que hacer es darnos cuenta del poder de las palabras que usamos. Si hablamos de “recursos del planeta”, estamos ya convirtiendo esta Tierra en un almacén de materiales a nuestra disposición. Hemos de darnos cuenta de que la red de la vida sobre la Tierra es un prodigio que desborda nuestra comprensión.
¿Qué capacidad real tenemos como individuos de cambiar las cosas?
Todo se forma y se transforma en la mente humana. La interioridad de cada persona es el recinto en el que aparece lo nuevo y se deja atrás lo obsoleto. Gandhi decía que si una persona de buen corazón logra su propósito, todo el mundo gana con ella; si esa persona fracasa, todo el mundo pierde con ella. Aunque a veces no lo parezca, todos somos cocreadores de la realidad que vivimos.
¿Es posible un modelo alternativo o va en nuestra naturaleza el hecho de vivir en un modelo que genera desigualdad?
El sistema tecnocrático es perverso: por su propia naturaleza incrementa las desigualdades, merma la cohesión social, destruye el equilibrio ecológico y erosiona la dignidad de las personas. Pero en la naturaleza humana hay un núcleo interior de bondad. A veces se corrompe y degenera en maldad, y nuestro sistema perverso contribuye a ello. Pero el núcleo de la naturaleza humana sigue siendo de bondad.
Sobre el debate de este lunes, ¿qué aportará a los asistentes?
Quién sabe. En la vida hay siempre un elemento de espontaneidad. Y la vida te da respuestas que dependen de cómo preguntas, qué buscas y cuál es tu actitud.