La gestión de los residuos agrícolas que genera la actividad platanera en Canarias (procedentes de los empaquetados y de la pica -la retirada de fruta del mercado, con 15 millones de kilos en 2016 y más de cinco millones en lo que va de año-) parece que no siempre se hace de la forma más correcta en las islas.
Este extremo es el que de nuevo ha llevado a los ecologistas palmeros a denunciar lo que ocurre en esa isla con parte de los desechos plataneros y lo que ha motivado el acto formalizado este viernes; o sea, la elevación de denuncias por “vertidos incontrolados” en zonas incluso con distintos grados de protección.
La denuncia se ha dirigido al Seprona, al Cabildo, tanto al área de Agricultura como al de Medio Ambiente, y a la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun), organismo que opera en el ámbito de la comunidad autónoma.
Ese escrito lleva la firma de Pablo José Díaz, responsable del colectivo Centinela-Ecologistas en Acción de La Palma, y en él se pone en conocimiento del Seprona, del Cabildo y de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun) la acumulación “sin control” de restos agrícolas de empaquetados y pica en áreas de importancia para la conservación de la naturaleza, de manera especial en una finca de Breña Alta, en San Isidro.
La misma organización ecologista pide ante tales instancias oficiales que se investiguen posibles responsabilidades administrativas e incluso penales por la gestión que se hace de esos residuos agrícolas no peligrosos en La Palma, isla que es Reserva de la Biosfera en toda su extensión.
Tal y como se recoge en el documento de denuncia, al que ha tenido acceso Tenerifeahora.com, “todas las industrias empaquetadoras de plátanos de la isla generan subproductos y residuos agrícolas cuya gestión y tratamiento se ha realizado durante muchos decenios de forma irregular y deficiente. A las partes no aprovechables de la fruta, como el raquis de la piña y los plátanos de destrío, se añade con frecuencia gran cantidad de plátanos que se retiran de la comercialización por contingencias del mercado [la llamada pica]”.
Con esos residuos agrícolas no peligrosos, “en los últimos años se han tomado medidas para evitar que terminen en vertederos incontrolados, incluyendo los públicos”. Esas tareas han consistido, se cita en la denuncia, “la donación al Banco de Alimentos, el aprovechamiento por parte del ganado como alimento o el compostaje, aunque lo cierto es que aún abundan en territorio palmero los casos de vertidos incontrolados”.
Además, expone la organización ecologista, “se está produciendo en relación con el aprovechamiento ganadero una situación de picaresca según la cual los empaquetados se deshacen de sus residuos a través del trato comercial con los titulares de las explotaciones, que, a su vez, se hacen cargo de mucho más subproducto platanero del que son capaces de aprovechar para el alimento de sus animales, con lo cual los restos se acumulan sin ningún tipo de control, tratamiento o instalación, y ahí fermentan, lixivian y generan contaminación y malos olores”, afirma Centinela-Ecologistas en Acción de La Palma.
Para este colectivo, “especialmente preocupante es el caso del vertedero localizado en San Isidro, municipio de Breña Alta, donde algunos vecinos han manifestado su malestar por el desagradable olor que viene de uno de esos lugares, como muestra el vídeo del documental Oro parece, de Despiertos TV a partir del minuto nueve”.
Ese espacio, se detalla en la denuncia, “a primera vista no reúne las condiciones establecidas para servir de vertedero ni de planta de compostaje autorizables y es, además, una zona de especial protección para las aves (ZEPA) y área prioritaria de reproducción, alimentación, dispersión y concentración de las especies amenazadas de la avifauna (IBA). También limita con una zona de especial de conservación (ZEC) y posee la calificación de lugar de interés comunitario (LIC). Incluso invade en uno de sus extremos el parque natural de Cumbre Vieja”.
Centinela-Ecologista en Acción de La Palma, tras detallar lo que ocurre en la isla, decidió proceder a denunciar esa situación, algo que se ha hecho este viernes en Santa Cruz de La Palma, por registro y con documentos dirigidos al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), la Apmun y las consejerías de Agricultura y de Medio Ambiente y Residuos del Cabildo Insular de La Palma.
La propia organización avanza en la denuncia su intención de dar cuenta de lo ocurrido a la Comisión Europea, en el caso de que la situación descrita persista y se constate la falta de actuación de las autoridades competentes respecto a lo que ocurre en La Palma.