La patronal urge a realizar un plan de revisión eléctrico en el patrimonio histórico canario tras la catástrofe en Notre-Dame

EFE

Santa Cruz de Tenerife —

0

La Asociación Empresarial de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Santa Cruz de Tenerife (Asinelte) ha afirmado este miércoles que urge poner en marcha un plan de revisión de las instalaciones eléctricas y de los equipos de detección y extinción de incendios en el patrimonio histórico.

En un comunicado, Asinelte se pregunta si, tras el incendio de la catedral de Notre Dame, está seguro el patrimonio cultural, edificios históricos e iglesias y advierte de que en las obras de restauración y en las construcciones más antiguas hay mucho más peligro de que se produzcan cortocircuitos.

Asinelte expone que las iglesias son consideradas locales de pública concurrencia y cualquier modificación de la instalación eléctrica se debe hacer por un proyecto.

Incluso el personal debe tener presente que al ser un edificio antiguo las estructuras requieren mayores cuidados, sobre todo por las acumulaciones de polvo (riesgo de atmósferas explosivas) y deterioro de la madera de la misma, lo que hace que el riesgo de propagar una llama sea más alto.

Son actuaciones complejas que requieren una formación específica y en cualquier caso, se trata de aplicar políticas preventivas para reducir el riesgo de tragedias como la de París.

“Por desgracia son sucesos que nos obligan a analizar cómo lo estamos haciendo en España y, concretamente, en Canarias”, añade la patronal.

Nunca será posible una seguridad al cien por cien, pero sí está en manos de las administraciones públicas y de profesionales del mantenimiento que se extremen los cuidados, las medidas de control y, así, minimizar los posibles daños materiales y personales, indica.

Asinelte insiste que es obligatorio cumplir con las revisiones periódicas y con los contratos de mantenimientos, tanto en baja tensión como en telecomunicaciones.

Al mismo tiempo, señala que la responsabilidad recae en propietarios, titulares y usuarios, que son quienes deben de mantener permanentemente esas instalaciones en buen estado de seguridad y de funcionamiento, utilizándolas de acuerdo con sus características funcionales y absteniéndose de intervenir en las mismas para cambiarlas.

En el caso de que fueran necesarias modificaciones y la conexión de nuevos aparatos, siempre se tendrán que efectuar por instaladores autorizados.