La operación de compraventa ya no se hará a través de fondos públicos, sobre todo por el rechazo dado por el Ayuntamiento de La Laguna al ofrecimiento de transacción realizado hace meses por los gestores de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria, una entidad ganadera que es histórica en el municipio tinerfeño, en la isla e incluso en Canarias. Finalmente, tal y como está previsto e incluso ha sido autorizado por la asamblea general celebrada el 27 de diciembre pasado, las instalaciones principales de esa entidad agraria serán vendidas a un comprador privado por la cantidad de tres millones de euros, con 90.000 de esos euros, el 3% del total, destinados a pagar los servicios del gestor inmobiliario. Es lo que ha reconocido la presidenta de la sociedad cooperativa, lo que se llevó y aprobó en asamblea general y lo que ahora, tras confirmarse una oferta en firme por esos terrenos y con esa cantidad, se debe llevar a buen puerto: lo que se conoce como cerrar la compraventa desde el punto de vista administrativo-legal.
Con la consolidación de esa operación mercantil, la histórica Cooperativa del Campo La Candelaria, que tantos años presidiera el ya desaparecido Pedro Molina, podrá escapar, una vez más, de la quiebra económica y así seguir desarrollando con más garantías sus actividades propias, aunque ya sin presencia física en el barrio de San Benito, aunque sí, y es lo más probable, en la ubicación de la infraestructura que esa cooperativa mantiene en propiedad en las inmediaciones de la que fuera su fábrica de piensos (zona de El Ortigal), también vendida para salvar otro match ball.
En relación con este proceso negociador, la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, Candelaria Rodríguez, confirmó este miércoles a este periódico digital la existencia de esa operación de venta de las instalaciones centrales de la entidad agraria, las ubicadas en el barrio lagunero de San Benito (calle Marqués de Celada), por un montante global de tres millones de euros. La misma fuente se mostró hermética ante la pregunta acerca del particular o la empresa interesada en ese espacio. Tampoco quiso aportar otros detalles sobre la transacción en curso. Lo que sí recalcó la titular de la cooperativa agraria es que la actividad y los servicios que esta presta se mantendrán en otro emplazamiento, un lugar que no quiso especificar. Tampoco apuntó nada sobre si en la nueva fase de esta entidad se experimentará algún cambio, reducción o añadido.
Candelaria Rodríguez trasladó su confianza en que la operación de compraventa fructifique y no escondió su temor a que cualquier detalle pueda perjudicar al trato, aunque ya cuenta con el apoyo de los socios, una autorización obtenida en la asamblea general del 27 de diciembre pasado. El traspaso de la propiedad (es suelo urbanizable) se puede confirmar en las próximas semanas, según los plazos que ahora mismo se barajan por la entidad vendedora.
Una trayectoria social y económica llena de sobresaltos
La Cooperativa del Campo La Candelaria, pese a los enormes apoyos financieros públicos recibidos por el Cabildo insular, el ayuntamiento lagunero y el Gobierno de Canarias, casi siempre con el beneplácito de las tres fuerzas políticas dominantes en la islas (CC, PSOE y PP), arrastra una honda crisis económico-financiera desde su fallido proyecto industrial con marca Granja Teisol, en una instalación hoy propiedad del Cabildo de Tenerife y en el municipio de Santa Úrsula, como también ocurrió con la explotación pecuaria Biogranja (en una zona cercana a esta industria y hoy en ruinas, también con el Cabildo como titular). A todo ello se sumó, más tarde, la obligación económica, por deudas y pérdidas, de tener que vender la fábrica de piensos localizada en El Ortigal, comprada por Cereales Archipiélago. Mucho antes fue el fracaso y posterior abandono del llamado polígono de ganaderos en la Finca de la Data, en La Esperanza, otra propiedad del Cabildo que se había dejado en manos de la cooperativa.
En la actualidad, la Cooperativa La Candelaria gestiona en concesión pública la quesería de Benijos (La Orotava), del Cabildo de Tenerife, y desde hace tiempo procuraba vender, para salir de su profunda crisis social y económica, las instalaciones principales y sede social que posee en San Benito, en la calle Marqués de Celada, algo que ahora se confirma y está en curso. Algunos de los dirigentes de la Cooperativa La Candelaria están al frente y controlan la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate) y la Federación de Arrastre Canario, de la que es presidente Santiago Cacho, a su vez secretario de la citada sociedad cooperativa.
Hasta ahora, no se había hallado comprador óptimo, ni público ni privado, para cerrar el traspaso de ese recinto y suelo, que es el único activo potente que mantiene la sociedad cooperativa, junto con una nave creada para la maduración de quesos en un lugar cercano a la fábrica de piensos ya perdida, el que se apunta como nuevo lugar de operaciones.
Los ganaderos locales que aún entregan la leche a esa cooperativa para que la convierta sobre todo en quesos de leche de cabra, de vaca o de mezcla (los comercializa a través de la empresa pública de la Consejería de Agricultura llamada GMR), en la quesería pública de Benijos, han tenido y tienen serios problemas para cobrar sus producciones, lo que los ha llevado a situaciones críticas que han contribuido al abandono de la actividad pecuaria.