El denunciante del conocido como caso COAG, la presunta explotación laboral de menores migrantes en una asociación de la que es titular el presidente de esa asociación agrícola, comparecerá este martes en calidad de investigado ante el juez de Instrucción 1 de Las Palmas de Gran Canaria, Alberto Puebla, para responder por una denuncia de acoso a menores de edad, entre otros delitos. Juan Carlos García Santana, que fue trabajador de la Asociación Oportunidades de Vida, que dirige Rafael Hernández, presentó una denuncia contra este en la Inspección de Trabajo y ante la Fiscalía después de haber sido despedido, y no conforme con ello, continuó acudiendo a la puerta de su antiguo puesto de trabajo a acosar a los menores y al personal del centro, según la denuncia por la que se han abierto diligencias penales.
Según adelantó en su día el periódico Canarias7, Rafael Hernández, presidente de la Coordinadora de Organizaciones Agrícolas y Ganaderas de Canarias (COAG), y su hija, Elisa Hernández, están siendo investigados por la Fiscalía de Extranjería por un posible delito de trata con fines de explotación laboral, ya que presuntamente habrían empleado ilegalmente a diez menores migrantes en el centro de menores Tagoror, vinculado a la Asociación Oportunidades de Vida, que preside su padre, uno de los responsables de la Iglesia Evangélica en Tafira Baja (Las Palmas de Gran Canaria).
También están siendo investigados, según el mencionado periódico, su hija Elisa Hernández, directora del centro de menores Tagoror; su marido, Cristian Ruano, encargado de la finca de Hernández; Manuel Redondo, secretario técnico de la COAG, y Caty Godoy, trabajadora social de la Asociación Oportunidades de Vida.
A su vez, la Inspección de Trabajo abrió un expediente sancionador por los hechos denunciados. De momento, los investigados se han negado a declarar ante la Fiscalía.
Para la mañana de este martes está previsto que lo haga ante el juez de Instrucción 1 de Las Palmas de Gran Canaria el extrabajador, que interpuso esa denuncia después de haber sido despedido de la asociación que dirige Rafael Hernández después de que se conocieran determinados comportamientos que desaconsejaron a la asociación mantenerlo en contacto con los menores.
Una vez despedido y después de presentar sus denuncias, Juan Carlos García Santana continuó personándose en la puerta del que ya era su antiguo trabajo, según la denuncia por la que tendrá que responder este martes, para acosar y atosigar a menores atendidos en el centro y a algunos de sus monitores, entre otros delitos que de momento no han trascendido.
Juan Carlos García Santana ha confesado públicamente haber tenido comportamientos en el pasado que le granjearon problemas con la justicia. Él mismo llegó a declarar a Canarias7 que sufría un “fuerte hostigamiento” judicial por parte de sus antiguos jefes y que para interponer la denuncia por la que está siendo investigado se han utilizado “testigos falsos”.