La conversación entre el magistrado Salvador Alba y el empresario Miguel Ángel Ramírez duró 45 minutos más de lo que reflejan las grabaciones que este último presentó ante la justicia. Un estudio pericial realizado por el Departamento de Ingeniería de la Guardia Civil concluye que los dos audios entregados ante el Juzgado de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria de una duración total de 31 minutos con 51 segundos fueron extraídos de otro de una duración muy superior, en concreto, de 1 hora, 17 minutos y 2 segundos. La grabación completa la encontraron los peritos en la carpeta denominada trashes (basura) de la grabadora que utilizó el presidente del Grupo Ralons durante su encuentro con el magistrado.
La conversación entre el magistrado Salvador Alba y el empresario Miguel Ángel Ramírez, grabada por este último, versó básicamente sobre la fabricación de pruebas contra la también magistrada Victoria Rosell, por aquel entonces diputada de Podemos que se vio obligada a dimitir al ser admitida a trámite una querella de José Manuel Soria que cobró fuerza precisamente por las pruebas maquinadas por el juez Alba.
Según publicó este martes el portal jurídico Confilegal, los dos peritos de la Guardia Civil que han analizado los audios aportados al juzgado por Miguel Ángel Ramírez han concluido que las dos grabaciones están compuestas por un total de catorce cortes distintos (once en el primer audio y tres en el segundo) extraídos todos ellos del original. En ningún caso el informe refleja que se hayan utilizado sonidos procedentes de otras grabaciones distintas a ese archivo mayor, que recoge la totalidad de la conversación celebrada entre ambos interlocutores el 16 de marzo de este año.
Esa grabación original fue encontrada en la papelera del dispositivo de grabación que utilizó Miguel Ángel Ramírez junto a otros pequeños cortes de sonido de escasos segundos de duración, probablemente mientras se ponía a prueba la fiabilidad del equipo.
Los peritos de la Guardia Civil niegan que ese dispositivo –una grabadora simulada en una especie de llave electrónica de un automóvil- haya sido operado en maniobras de grabación y parada, como declaró inicialmente el empresario. El criterio de los técnicos es que los cortes que se escuchan en los audios se produjeron mediante procedimientos de edición.
El hallazgo de esta grabación completa de la conversación entre Salvador Alba y Miguel Ángel Ramírez podría dar un giro interesante a la causa que se sigue contra el magistrado en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, tanto para su beneficio como para su perjuicio. Si se probara que la grabación aportada por Ramírez pudo haber sido manipulada, podría invalidarse, pero si en la grabación original que ha descubierto la Guardia Civil se ratificara el contenido de los audios de Ramírez y se descubrieran nuevos datos, la causa podría complicársele aún más al juez.