Catorce acusados se sentarán en el banquillo por un presunto fraude de 1,7 millones en cursos de formación de UGT Canarias
El juez decreta la apertura del juicio oral del caso Fundescan, sobre el supuesto desvío de fondos de cursos de formación para sufragar gastos del sindicato, e impone fianzas que suman cerca de 15 millones de euros
Una década después de que comenzara la investigación sobre un presunto fraude en las subvenciones públicas concedidas entre los años 2006 y 2009 a la Fundación para el Desarrollo Social de Canarias (Fundescan), vinculada a UGT, el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, Florencio Luis Barrera, ha decretado la apertura de juicio oral contra catorce procesados. Además, les impone fianzas que suman 14,7 millones para hacer frente a las responsabilidades civiles (incluida la del propio sindicato) que se pudieran derivar de una eventual condena y las multas correspondientes.
El presunto fraude está cuantificado en 1,7 millones de euros. Según la acusación, ejercida por la Fiscalía de Las Palmas, por los servicios jurídicos del Gobierno de Canarias y por otras dos denunciantes a título particular, la fundación desvió íntegra o parcialmente el dinero procedente de subvenciones del Servicio Canario de Empleo (SCE) para cursos de formación a fines ajenos a los objetivos de estos contratos programa cofinanciados con fondos europeos. En concreto, a cubrir gastos de UGT, a financiarlo. Cuando el juez dictó el auto de procedimiento abreviado, el paso previo a la apertura de juicio oral, el sindicato difundió un comunicado en el que defendía su actuación y explicaba que esos cursos se impartieron “a plena satisfacción” de sus destinatarios. La dirección de la central sostenía que contrató a Fundescan para la ejecución de esas subvenciones, pero se reservó una cantidad, “en ningún caso superior al 15%”, para hacer frente a los gastos derivados de “la gestión, divulgación y justificación” de estas subvenciones.
El Ministerio Público, que dirige la acusación solo contra nueve de los catorce procesados, reclama penas de cárcel que van desde los tres a los nueve años y solicita multas que ascienden a 41,3 millones de euros, una cantidad que se fija calculando para cada uno de ellos y por cada uno de los delitos que se les imputan el triple de la cuantía de lo defraudado. A esa cifra hay que agregar los 1,7 millones de la responsabilidad civil que deberán asumir los acusados, en caso de una sentencia condenatoria, de manera solidaria.
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