El Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana ha ordenado prisión por delitos de homicidio y amenazas para ocho subsaharianos que supuestamente sometieron a la fuerza los otros 41 ocupantes de la patera rescatada el pasado 7 de febrero en Gran Canaria e investiga si, como ya había informado Canarias Ahora, algunos de los siete fallecidos en la travesía fueron lanzados al mar cuando todavía estaban vivos. Según los supervivientes, uno de estos ocho detenidos era el líder en la embarcación y se hizo pasar por “brujo” para infundir miedo a los demás.
La patera fue auxiliada al sur de la isla por una embarcación de Salvamento Marítimo cuando los inmigrantes, que habían partido de la costa de Cabo Bojador, llevaban ya cinco días en el mar casi sin víveres ni agua y varios de ellos habían muerto en la travesía (hasta siete, según los testimonios de los supervivientes). A su llegada a Gran Canaria, la mayoría de los 42 ocupantes que quedaban en la barquilla precisó atención médica, por encontrarse casi desfallecidos. Uno de ellos murió en las horas siguientes.
Según informa este sábado La Provincia y han confirmado fuentes policiales a Canarias Ahora, la Fiscalía de Las Palmas ha abierto varias líneas de investigación en colaboración con el Juzgado para tratar de esclarecer lo acontecido durante los cinco días que duró esta travesía atlántica. Los testimonios de los supervivientes son contradictorios y se prevé que la instrucción resulte compleja, pero tanto la fiscal de Extranjería, Teseida García, como la jueza consideran que hay suficientes indicios para ordenar prisión provisional para los supuestos cabecillas que se hicieron con el control de la patera, cuando se quedó a la deriva tras romperse el motor.
Sobre el supuesto “brujo”
A los ocho subsaharianos encarcelados se les acusa de delitos de lesiones, amenazas, homicidio y homicidio imprudente. Sobre el supuesto “brujo”, la investigación cree que esta persona era, según las declaraciones, la más longeva de la embarcación y la que contaba con más experiencia, por lo que era el encargado de controlar las provisiones de agua y de comida. Así lo había adelantado el delegado del Gobierno, que los supervivientes señalaban que un grupo de los ocupantes de la patera acaparó los alimentos y el agua y retuvo esos víveres de forma violenta.
De hecho, algunos de los tripulantes implican a este supuesto “brujo” en la muerte violenta de un compañero, al que mataron a golpes y tiraron al mar. También le acusan de dar una paliza a una pareja, que aún sigue en un hospital de la capital grancanaria. Según declaraciones, este hombre se pintó la cara de blanco y lanzó maldiciones contra la pareja porque aseguraba que había gafado la travesía con sus rezos.
El imputado niega que se dedique a la brujería y asegura que lo único que hizo fue intervenir en una situación de crisis después de que esta pareja comenzara a rezar de manera exaltada, perdiera el control y comenzaran a morderse por la desesperación. También dice que en ningún momento se pintó el rostro de blanco, sino que estaba manchado de pasta de dientes que comió para no pasar hambre.
La toma de declaraciones como investigados de los ocho detenidos comenzaron el jueves, pero se extendieron hasta la madrugada de este viernes con la comparecencia de algunos testigos. Eso, unido al uso de intérpretes y la complejidad del caso, motivó que los interrogatorios durasen todo el día. También está previsto que pasen a disposición judicial los dos patrones de la patera, a los que se les tomará declaración por favorecer la inmigración ilegal. La fiscal de Extranjería ha solicitado al juzgado encargado de la investigación que abra una pieza separada para investigar la atención prestada a los inmigrantes por el Servicio Canario de la Salud (SCS).