El empresario grancanario Miguel Ángel Ramírez decidió grabar la conversación mantenida con el juez Salvador Alba para conspirar contra la magistrada y exdiputada de Podemos Victoria Rosell, porque “me citó en su despacho de la Audiencia Provincial a solas de forma extraoficial”.
Así lo ha asegurado el empresario canario en un comunicado, en el que responde a las informaciones difundidas por La Provincia sobre el contenido de la grabación, que apuntan a que Ramírez mantuvo un encuentro con el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro Miranda, para que intercediera en su causa por su presunto fraude fiscal.
Algo que el propio Navarro Miranda ha negado este miércoles, al decir que había coincidido con el empresario, pero nunca a solas.
Ramírez hace referencia al contexto en el que se produjo la conversación con Alba, juez que en ese momento instruía la causa contra él por presunto fraude fiscal y le impuso una fianza de 35 millones de euros que “ponía en riesgo mi futuro empresarial y personal, así como el de 7.000 trabajadores”.
Fianza, recuerda, que es la mayor de la historia judicial de Canarias en fase de instrucción y que su sucesora ha rebajado a 3,2 millones, menos de un 10%, una vez analizado el procedimiento.
Para el empresario, el único objetivo de Alba, según asegura que comprobó a medida que avanzó la conversación, era “orientar una posterior declaración oficial mía ante él en contra de la magistrada Victoria Rosell, que le había antecedido como instructora del procedimiento contra mí”.
“Dada mi situación, de extrema gravedad, hice todo lo posible por ganarme su complicidad y su confianza adaptando mis manifestaciones, en defensa propia, a lo que interpreté que él quería escuchar”, mantiene.
Por este motivo, asegura que todas las situaciones y personas que mencionó durante el encuentro “obedecen a un relato espontáneo y figurado, condicionado por lo que el juez me estaba manifestando en una situación de la que yo era víctima y en la que me sentía amedrentado por él”.
En ese sentido, insiste que las personas que las situaciones referentes a personas que se ven reflejadas en la grabación “nada tienen que ver con la realidad”.
Ramírez mantiene que no se llegó a reunir con Navarro Miranda, ni le pidió que intercediera en su favor. Sin embargo, añade que “lo que yo expreso no está basado en hechos reales y lo hago a sabiendas de que estoy grabando. Sin embargo, lo que dice el juez, que no sabe que se está grabando, sí es real y es lo verdaderamente importante”.
Así mismo, recuerda que posteriormente puso la conversación en manos de la Justicia “porque nada tengo que ocultar” y concluye que será ante los juzgados donde dará más detalles de este asunto “hasta las últimas consecuencias legales para esclarecer todo lo sucedido, ya que la actuación de una persona no puede dañar la credibilidad de todo nuestro sistema judicial”.