Salvador Alba alega ahora una nueva dolencia para pedir a la Justicia que no lo mande a la cárcel
A punto de cumplirse los seis meses desde que el Tribunal Supremo declarase firme su condena a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación, el exjuez Salvador Alba sigue buscando desesperadamente la manera de evitar entrar en la cárcel. La última jugada ha sido alegar una nueva dolencia médica, detectada en abril pasado, que a su entender sería incompatible con su estancia en un establecimiento penitenciario.
El informe médico en el que se detallan las características de esa nueva dolencia aparece firmado por el doctor Carlos Lamela Velasco, quien tiene “una reconocida experiencia en la realización de informes para tribunales por ser especialista en Medicina Legal y Forense, así como médico forense en excedencia”, según resalta él mismo en su currículo público. Es un viejo conocido en los juzgados y tribunales de Las Palmas, donde actuó como juez y magistrado durante dos decenios el condenado Salvador Alba, paciente ahora del doctor Lamela.
Esta nueva dolencia se suma a la que aportó al tribunal en febrero pasado, una vez fue viendo cómo se iban cerrando posibilidades a la vista del fracaso de los recursos que incansablemente ha venido interponiendo su abogado, Nicolás González-Cuéllar Serrano. Esa primera enfermedad la descubrió Alba en noviembre de 2021, justo coincidiendo con la sentencia del Supremo que declaraba firme su condena. Pero se reservó ese hallazgo hasta marzo, lo cual conllevó la censura del tribunal que trata de ejecutar la sentencia, hasta ahora sin éxito.
Un primer informe del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas determinó que aquella enfermedad no era incompatible con su ingreso en prisión dado que se trata de una patología que, una vez detectada y diagnosticada, solo es necesario su seguimiento y un tratamiento que ya le está siendo administrado y que así puede seguir siéndolo en prisión.
En una nueva pirueta, Salvador Alba esperó a que ese informe le quitara la razón para dirigirse al tribunal para recusar a la directora del Instituto de Medicina Legal y a las forenses que firmaron el dictamen. El tribunal le dio la razón en parte y, para curarse en salud, decidió acceder a que la dolencia que alega el penado fuera analizada por un profesional del mismo organismo, pero en su sede de Santa Cruz de Tenerife.
La aparición de esta nueva enfermedad se ha sumado ya a la petición de informe al mismo médico forense.
El TSJC ya ha informado en contra del indulto que la esposa de Alba elevó al Gobierno y por lo tanto se ha negado a suspender la condena en lo que hay pronunciamiento del Ejecutivo. Tampoco ha prosperado de momento la suspensión que el penado ha pedido por su recurso ante el Tribunal Constitucional.
Salvador Alba Mesa fue condenado en septiembre de 2019 por los delitos de prevaricación judicial, cohecho y falsedad documental a seis años y medio de cárcel, 18 de inhabilitación, multa de 12.500 euros y a indemnizar con 60.000 a la víctima de la conspiración que tejió contra ella, la ahora delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.
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