El Juzgado de Primera Instancia número 2 de San Bartolomé de Tirajana ha archivado la investigación abierta a raíz de la desaparición en 2007 del niño Yéremi Vargas, que entonces tenía siete años, cuando jugaba con sus primos en un solar próximo a las viviendas de su abuela y su tía, en la localidad de Vecindario, en el municipio grancanario de Santa Lucía.
Según adelanta Canarias 7, el juez Juan Manuel Hermo ha notificado este viernes por la mañana a las partes el sobreseimiento provisional y archivo de la causa tras concluir que los indicios recabados hasta la fecha no permiten mantener un proceso penal formal contra el principal sospechoso de la desaparición del menor, Antonio Ojeda Bordón, El Rubio.
“Los motivos que inicialmente llevaron a su imputación no dejan de ser meras afirmaciones y valoraciones subjetivas de los miembros del equipo de investigación ya esgrimidas para la investigación de sujetos en idénticos o similares términos, que inicialmente motivaron la declaración como investigado, pero, tras la práctica de las diligencias de investigación oportunas, no se confirmaron”, recoge el auto notificado este viernes.
El magistrado advierte en su escrito de que “la Guardia Civil ha de cumplir con su obligación y continuar con la investigación de los hechos hasta su completo esclarecimiento si fuese posible, para lo que, si existe alguna duda, se libra la oportuna orden, tras su manifestación en la que, faltando a la verdad en la narración de múltiples hechos, manifiestan que no llevarán a cabo diligencias de investigación que no sean las ordenadas por el juez”.
El instructor recalca en este auto que la tarea de investigar delitos y realizar las averiguaciones oportunas corresponde a la Policía Judicial y añade que “si los agentes encargados desean desistir de tal función habrán de comunicarlo a sus superiores a los efectos oportunos, para que sean otros agentes quienes continúen con la investigación de los hechos”.
En su opinión, existen aspectos, como la amenaza recibida por el padre del menor que, diez años después, sigue sin aclararse y que “él mismo atribuye a la madre o a alguien de su entorno y ésta lo niega”.
'El Rubio', principal sospechoso
En junio de 2016, un antiguo vecino de Vecindario, Antonio Ojeda, El Rubio, se convirtió en el principal sospechoso del posible homicidio del pequeño Vargas, por una serie de indicios que lo situaban en el mismo lugar donde se perdió su rastro el 10 de marzo de 2007 y por varios comentarios que había hecho en la prisión de Algeciras (Cádiz), alardeando de saber lo que pasó.
Sin embargo, El Rubio nunca admitió ni ante la Guardia Civil ni ante el juez ser el responsable de lo que le pasó al niño.
En diciembre de 2016, Antonio Ojeda fue condenado a cinco años de cárcel por agredir sexualmente a otro menor en 2012, al que abordó cuando jugaba solo en una calle de El Doctoral (una localidad colindante con Vecindario). Le engañó para que le acompañase a su chabola con la promesa de que le iba a regalar una bicicleta y, una vez allí, lo agredió sexualmente.
Esa condena le fue comunicada a El Rubio ya en la prisión de Juan Grande, en el sur de la isla. Su compañero de celda en aquellos momentos explicó después al juez que Ojeda estaba tan abatido, que cuando le preguntó qué le pasó a Yéremi, le contó: “Se me fue de las manos, echó a correr y tuve que desaparecerlo”.
El pasado 30 de enero, el juzgado encargado del caso dio por concluida la ronda de declaraciones que abrió tras la imputación de El Rubio como principal sospechoso de la desaparición del niño.
La resolución se puede recurrir ante la Audiencia Provincial de Las Palmas.