Alquilar una vivienda vacacional en Canarias genera unos ingresos mensuales de 2.088 euros, un 54,43% más que en 2019, justo antes de la pandemia. Así se desprende de la nueva estadística experimental publicada recientemente por el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) que permite conocer la capacidad alojativa del alquiler turístico en las Islas, las tasas de ocupación, las ganancias y hasta las tarifas medias por estancia.
Los resultados muestran que, en mayo de 2024, el último mes con datos, los ingresos totales del alquiler turístico en las Islas ascendieron a 64,46 millones de euros. Esa cifra, dividida por todas las viviendas vacacionales “reservadas” (38.913), estas son, aquellas que han prestado servicios de alojamiento o han sido reservadas durante la fecha de referencia, resulta en 1.656,65 euros en concepto de retribución económica por vivienda. Tras realizar la misma fórmula para el resto de los meses y calcular el promedio de 2024, surge el valor antes citado: un rendimiento medio de 2.088 euros cada mensualidad por dedicar tu hogar a esta actividad económica.
La comparación con el resto de los años muestra que este curso está siendo el más lucrativo para el alquiler vacacional. En 2019, el ingreso mensual por vivienda fue de 1.352,39 euros. Ese valor cayó considerablemente durante los periodos más duros de la crisis del coronavirus, 2020 y 2021, pero ha aumentado sin parar hasta hoy. Lo mismo ocurre con los ingresos medios diarios, que han pasado de ser 94,89 euros hace un lustro a 135,64 en estos momentos, también según el ISTAC. Los datos indican a su vez que la estancia media en el alojamiento es de 4,05 días.
El Instituto Canario de Estadística publicó por primera vez el pasado viernes esta información, incluida a partir de ahora en la Encuesta de Alojamientos Turísticos Colectivos. Para obtenerla, el departamento ha realizado un análisis masivo de los datos que ofrecen las plataformas digitales donde se publican los alquileres turísticos mediante una técnica de big data denominada scraping, capaz de extraer información de sitios web.
Es un procedimiento similar al llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para también ofrecer datos sobre el alquiler turístico. Ambos organismos no trabajan con las cifras oficiales de los gobiernos, ya que estas no recogen los anuncios de alojamientos ilegales, numerosos en muchas comunidades, y pueden llegar a sobredimensionar la oferta, pues en el Archipiélago, por ejemplo, tan solo basta con inscribir la vivienda en el registro oficial para engordar el listado de plazas.
Las cifras del ISTAC, no obstante, son novedosas. Los técnicos han agrupado el alquiler turístico en dos grupos: los hogares “disponibles” para ello, es decir, los que han sido reservados al menos una vez en los últimos dos meses; y las viviendas “reservadas”, en otras palabras, las que han sido también reservadas o prestado el servicio de alojamiento turístico por lo menos una fecha en los últimos 30 días.
Esta distinción del departamento es relevante porque el anteproyecto de la ley canaria para regular el alquiler vacacional plantea que los ayuntamientos, en un plazo de tres meses desde que entre en vigor la normativa (está previsto que lo haga en los próximos meses), comuniquen a los cabildos qué viviendas cumplen con la legislación vigente, entre ellas, claro está, que haya actividad turística en el hogar. Una simple comparación entre el registro oficial de alquiler turístico en Canarias y las viviendas vacacionales “disponibles”, según el ISTAC, evidencia que a finales de abril de 2024 había en torno a 56.000 pisos con la declaración responsable para explotarla con fines turísticos, pero solo 46.854, casi 10.000 menos, fueron reservados para tal fin ese mismo mes o el anterior.
En lo que no hay diferencias entre el ISTAC, el INE y el propio registro del Gobierno canario es que la vivienda vacacional ha experimentado un crecimiento extraordinario en los últimos años. La información recopilada por el Instituto Canario de Estadística desvela que en enero de 2019 había 36.799 alquileres turísticos “disponibles” en la Comunidad Autónoma, mientras que en mayo de este año fueron recopilados 44.613, con 190.113 plazas en total. Por municipios, las localidades con más viviendas vacacionales en este sentido son Arona (4.231 pisos), Adeje (3.815), San Bartolomé de Tirajana (3.670), La Oliva (3.335) y Yaiza (2.362).
La rentabilidad de un piso turístico, por las nubes
La cifra de 64,46 millones de euros que ingresaron los propietarios de pisos turísticos en Canarias en mayo, según el ISTAC, es una estimación, pero cuantifica por primera vez el importante negocio detrás del alquiler vacacional en el Archipiélago. El anteproyecto del Gobierno canario para regular esta actividad, de hecho, reconoce que existe una “mayor rentabilidad” de dicho modelo frente al arrendamiento tradicional, como ratifican consultoras y hasta entidades locales.
De acuerdo con los datos del ISTAC, en Arona, el municipio con más viviendas vacacionales, el alquiler turístico generó unas retribuciones de 5,39 millones de euros, unos 1.466 euros por cada alojamiento. Sin embargo, el Ministerio de Vivienda, según su índice oficial de alquiler, sugiere que el arrendamiento tradicional en este municipio sureño de la isla de Tenerife, eminentemente turístico, cuesta unos 500 euros de media. Las ganancias económicas prácticamente se triplican en el primer caso. En otras ciudades es aún mayor.
El Ayuntamiento de Sevilla publicó recientemente un informe que desglosa los ingresos del alquiler turístico, del residencial y la diferencia porcentual entre uno y otro en cada barrio de la ciudad hispalense. Mientras que el primero puede llegar a generar unas ganancias de 34.286 euros al año, el segundo apenas alcanza los 7.800, lo que sugiere un incremento de la rentabilidad del 440% en caso de dedicar la vivienda a la actividad turística.
“Esta alta rentabilidad hace mucho más atractivo este uso”, sostiene la Empresa Municipal de Vivienda de Sevilla (EMVIESA), encargada de redactar el informe, lo que lleva a que los dueños que tienen sus inmuebles en alquiler convencional “acaben destinando su vivienda a uso turístico, ya que obtendrán unos mayores beneficios”. “Es la propia dinámica económica del mercado de alquiler de viviendas la que acaba llevando a la saturación de determinados ámbitos territoriales”, concluye la compañía.
Los porcentajes, eso sí, varían según la fuente. La plataforma GuestReady considera que el alquiler turístico aumenta hasta en un 150% la rentabilidad de un inmueble, señaló en un informe publicado el año pasado. La red AirDNA, que aglutina todos los anuncios de portales como Airbn y Vrbo, agregó por su parte que el rédito es del 61%.