El Reino Unido abre la puerta a una estrategia COVID diferenciada para las islas
El Gobierno de España negociará con Reino Unido la posibilidad de “corredores turísticos” seguros con las islas, después de que este país anunciase el lunes un cambio su estrategia de recomendaciones de viaje en el marco del coronavirus para analizar por separado la situación epidemiológica de las islas, ha avanzado la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya.
“El acuerdo al que se ha llegado con Reino Unido es que los corredores se puedan poner en marcha con un enfoque de archipiélago, ahora habrá que negociar en qué lugar, y en base a qué información que proporcionaría España”, ha explicado González Laya en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.
La ministra ha dejado claro que ese acuerdo está aún por concretar pero ha defendido que “lo importante es que se abre una ventana de oportunidad que antes no existía”. El nuevo enfoque británico, anunciado el lunes, no ha supuesto de momento ningún cambio para Baleares ni para Canarias, de manera que quienes entren en Reino Unido desde los archipiélagos españoles siguen teniendo que guardar una cuarentena de dos semanas.
De hecho, el ministro de Transportes, Gran Shapps, subrayó que la tasa de contagios en Baleares y Canarias sigue siendo demasiado alta, y lo es más que cuando Londres impuso la cuarentena para los viajeros procedentes de toda España. La primera consecuencia de la nueva política británica ha sido imponer la cuarentena a los viajeros procedentes de siete islas griegas -el resto de Grecia está exento de esa medida-.
Con todo, para González Laya, “es una noticia importante” sobre todo para el archipiélago canario, que tiene “una especificidad de turismo de invierno que casi es más importante que la de verano”.
Según ha explicado, el Gobierno está “peleándose en dos frentes”, en Bruselas y en Reino Unido para que, a medida que avanza la pandemia de COVID-19 y se hace evidente que habrá que convivir con ella, se “sofistique la medida de gestionarlo en frontera” y se tomen decisiones a partir de datos “territorializados”.
De hecho, la negociación en Bruselas es para que las restricciones o recomendaciones de viaje se basen no solo en las cifras de contagios, sino también de asintomáticos, hospitalizados, ingresos en UCI y número de tests realizados. Se trata de conseguir más armonización y uniformidad en las medidas europeas.
Preguntada por el rebrote de la pandemia en España y si puede deberse a que se abrieron demasiado pronto las fronteras, ha señalado que todos los países están viviendo nuevos brotes aunque “quizá en España comenzaron antes que en otros países” de su entorno. Y ha defendido que “no es sorprendente”, porque los contagios han crecido a medida que aumentaba la libertad de movimiento.
“Es un reflejo de la situación con la que vamos a tener que convivir”, ha resumido: apertura de espacios y retorno a la actividad que hay que hacer compatible con “control y responsabilidad para que no se desboque la COVID-19”.
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