El turismo seguirá creciendo porque ya es una “necesidad”: “Canarias debe regular urgentemente la oferta no ordenada”
El bum que vive el turismo en todo el mundo no será un fenómeno pasajero, al menos no a corto plazo, porque se ha convertido ya en una primera necesidad para los ciudadanos de todas las edades en numerosos países europeos. De ahí que Canarias, como potencia turística, deba cuanto antes regular toda esa oferta que no está ordenada, especialmente los alquileres en viviendas vacacionales sin licencia, y hacer frente a los retos y desafíos de esta industria mejorando la gestión y la planificación e incrementando la disciplina para velar por el cumplimiento de las leyes y el respeto a los espacios naturales de las islas. Todo ello, mejorando la convivencia e integrando a la población residente.
Fueron algunas de las conclusiones del I Foro Internacional de debate Presente y Futuro del Turismo en Canarias organizado por Canarias Ahora y la Fundación Diario de Avisos que se celebró el pasado viernes en Santa Cruz de Tenerife.
La primera mesa de debate del foro contó con la participación de Mónica Palacios, directora de promoción de producto, Comunicación Corporativa y Gestión de Crisis de Turismo de Canarias; de José Alba, director general de la división hotelera del Grupo Lopesan, y de Miguel Villarroya, director general de Spring Hotels.
Todos ellos coincidieron en que el turismo vive un momento dulce, no solo en Canarias, pero apuntaron que para que pueda hablarse de “bonanza” esos buenos datos de visitantes y gasto deben mantenerse en el tiempo. De hecho, apuntó José Alba, en Gran Canaria parte del sector aún está en fase de recuperación de la inversión tras haber reformado su planta alojativa.
El turismo, un fenómeno sociológico
Mónica Palacios señaló que el turismo está experimentando un crecimiento en todo el mundo por, entre otros motivos, cuestiones sociológicas, que hacen que viajar sea una de las prioridades para gran parte de la población europea y de otros lugares del mundo, y que esa búsqueda de una “experiencia de viaje” se haya traducido en un turismo de mayor calidad.
“La industria ha cambiado”, dijo, “especialmente en lo referente a la sostenibilidad”. Aquí, apuntó que “se están desarrollando proyectos muy importantes por parte de las empresas turísticas que la ciudadania desconoce; intentamos que la gente los conozca porque son empresas involucradas y comprometidas con el medio ambiente, para que la gente sepa el avance de esta industria”. Y recordó que el destino Canarias se adhirió en 2022 a la declaración de Glasgow con un plan de acción climática pionero en España. “Eso no se ha comunicado bien”, afirmó, en referencia a las reiteradas críticas a esta industria, especialmente durante las protestas del 20A.
José Alba incidió en que no toda la industria está creciendo y que de hecho Gran Canaria tiene 50.000 camas menos que hace unos años, pero al mismo tiempo la vivienda vacacional no ha dejado de crecer, sin estar regulada y sin estar contemplada en el marco de una estrategia turística sólida y ordenada. “Eso crea una distorsión de la realidad del sector”, afirmó. Además, dijo, “ha desaparecido paulatinamente la figura del intermediario, los turoperadores, con lo que se ha podido invertir en mejoras, tanto laborales como de la planta alojativa”. Alba concluyó que todo lo que está regulado tiene aspectos muy positivos, “lo que no, no tan positivos”.
Miguel Villarroya opinó que la industria se ha transformado en la medida en que también lo hace el cliente y destacó la necesidad de “regular rápidamente esa oferta que no está ordenada”. Y aportó varios datos: hay 15.000 nuevos alojamientos de vivienda vacacional en Tenerife solo en el último año, lo que supone 60.000 plazas más desde 2023. “Hay que ordenar urgentemente”, apremió.
Como punto a mejorar, Palacios indicó que el turismo debe “generar valor para la ciudadanía”, mientras que un reto, en su opinión, sigue siendo la descarbonización, la sostenibilidad del destino. “En eso ponemos ahora nuestros recursos”, afirmó. Alba coincidió en que el principal reto es el medio ambiente, pero subrayó también el marco jurídico, que debe mejorar, como también la ordenación del territorio y la administración para que haya “más claridad en el ordenamiento turístico”. Y apuntó la necesidad de que todos los actores turísticos contribuyan “por igual” al desarrollo de la economía canaria, algo que, en su opinión, no ocurre ahora. “No es lo mismo un hotel que un alojamiento turístico en vivienda. Un hotel aporta muchísimo mas”.
Conclusiones sobre el 20A
Respecto al cambio de modelo demandado por las manifestaciones del 20A en Canarias, Palacios estuvo de acuerdo en que la población manifieste sus necesidades y su malestar, pero apuntó que entre las reivindicaciones “había necesidades muy diversas y no todo tenía que ver con lo mismo, era una manifestación social muy amplia y que no tiene que ver con el turista, porque no es el turista el que genera ese malestar. Eran más bien cuestiones sociales, como la dificultad del acceso a la vivienda, la movilidad, el transporte, el desabastecimiento de agua o la turistificación”. Sin embargo, añadió que el número de turistas no se ha incrementado respecto a 2017, mientras que sí lo ha hecho la población. “La proporción es equivalente a hace unos años, pero hace unos años el 80% estaba de acuerdo con el turismo y con promoverlo”. Algo ha cambiado, dijo.
José Alba opinó que las reivindicaciones del 20A se habían “pervertido” y que se protestaba contra el sector turístico sin que este fuera responsable de algunos de esos problemas, que tienen más que ver con una mala gestión por parte de las administraciones. Y puso como ejemplo que el grupo al que representa (Lopesan) para un 25% por encima del convenio colectivo del sector, que genera más electricidad de la que consume y que parte de los productos que utilizan en sus establecimientos son producidos en sus propios huertos de kilómetro cero. “En Gran Canaria se manifestó mucha gente del barrio de Guanarteme, donde los vecinos se han visto desplazados por los alquileres vacacionales; eso no tiene que ver con mi hotel, que tiene menos camas y que no consume más suelo. No todas las empresas actúan como Lopesan, por eso hay que buscar soluciones y mejorar los planes de ordenación, en vez de culpar o responsabilizar al modelo turístico regulado”.
Miguel Villarroya opinó que se buscó “un culpable” y que este fue la industria hotelera, “que no tiene culpa de que se hayan creado 100.000 plazas turísticas de viviendas vacacionales en los últimos cinco años” y que esta “no crea tanta riqueza”. Y añadió que “no hay que pensar en subir sueldos, como se pedía en las manifestaciones, por un problema que no ha creado la industria, y sí pensar en subir sueldos para retener talento”.
Por último, Mónica Palacios apuntó que, respecto al debate sobre el modelo turístico, no se debe tanto a que la industria “haya hecho algo mal”, sino a que se ha producido un cambio social imprevisto: “La gente viaja varias veces al año, prioriza el viajar y tener experiencias”.
José Alba señaló que la industria ha comunicado “fatal” sus logros y sus puntos fuertes y que no ha sabido “hacer atractivo” el sector a la ciudadania, por lo que invitó a hacer una reflexión a la propia industria, algo en lo que coincidió Miguel Villarroya.
Además, como potencia turística, afirmó que hay que mejorar la profesionalización y exportar talento, formación y experiencia, porque Canarias es ejemplo de modelo de éxito en universidades y en países que buscan mejorar su turismo. Esto, dijo, puede ser uno de los aspectos que contribuyan a diversificar la economía de Canarias, aunque siga estando vinculado al turismo: escuelas de alto nivel para formar a profesionales del sector. Ahora, señaló, siendo punteros, los canarios deben salir fuera a especializarse. Por último, apuntó que aquellas empresas que no estén a la vanguardia “tienen que hacer los deberes. Y que las administraciones fuercen a la renovación”.
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