Ciudad Jardín es un barrio íntimamente vinculado la a la comunidad inglesa. El núcleo primigenio, encerrado tras las murallas del siglo XVI, se desbordó en el siglo XIX debido al incremento exponencial de población motivado por el incremento de la actividad portuaria. Con la ocupación de África por las potencias europeas, el puerto de Las Palmas se convierte en un punto estratégico de carboneo y aprovisionamiento de los vapores que conectan las metrópolis con sus colonias. Se instalan oficinas comerciales, consignatarias de buques y consulados. Llegan los primeros turistas y muchos empiezan a quedarse. La comunidad inglesa se multiplica. Y crean su propia ciudad en los arenales que van hacia La Isleta. Ciudad Jardín es un ejemplo urbanismo vinculado a la burguesía comercial. Casas pequeñas y ‘chalets’ rodeados de amplias zonas verdes; parques y plazas y hasta un gran hotel que fue el germen de la conversión de la ciudad en potencia turística.
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A medio camino entre la ciudad vieja (Vegueta y Triana) y la Playa de Las Canteras, este barrio cuajado de palacetes y zonas ajardinadas también tiene varios lugares dignos de verse; algunos íntimamente relacionados con la historia del turismo en la isla. Aquí fue donde se construyeron los primeros hoteles modernos de la ciudad y, también, las primeras infraestructuras pensadas para agasajar a los turistas. Muy pocos viajeros se adentran por las calles ajardinadas de uno de los rincones más bonitos y mejor planificados de toda la ciudad.
La calle Juan XIII ejerce de frontera entre los barrios de Arenales y Ciudad Jardín. Apenas unos metros más allá de esta importante arteria, el paisaje urbano cambia por completo y el verde se adueña de las calles. Una buena manera de adentrarse en este microcosmos es a través de la calle Ángel Guimerá, que entre casas bajas ajardinadas nos conduce a la entrada de El Pueblo Canario (Francisco González Días, 4), un complejo de edificios inspirados en la arquitectura tradicional canaria que se construyeron para dar servicios al turismo. En esta plaza improvisada, entre almenas, balcones de madera y hasta una ermita, se instalaron tiendas de artesanía, un centro de información, un bar terraza (ideal para hacer una parada) y, lo más importante, uno de los museos imprescindibles de la ciudad. El Museo Néstor (Francisco González Díaz, 4; Tel: (+34) 928 245 135). Néstor Martín-Fernández de la Torre es uno de los mejores artistas que ha dado Canarias en su historia y se le considera uno de los máximos exponentes del modernismo en España. En este pequeño museo se recoge gran parte de su obra pictórica, incluida la inquietante serie Poema del Atlántico, un conjunto de ocho cuadros de alto contenido simbólico que representan los estados de la mar a través de la interacción de figuras humanas con peces, a veces monstruosos.
Más allá del Pueblo Canario el viajero se mete de lleno en el Parque Doramas, durante mucho tiempo el principal pulmón verde de la ciudad. Este jardín con trozos a la francesa, partes a la inglesa y hasta algún guiño a los jardines italianos, es un pequeño oasis de estanques, cascadas, fuentes y grutas artificiales ideal para hacer una parada y descansar. Otros hitos de este jardín son el Hotel Santa Catalina, otra joya de la arquitectura tradicional trasladada a grandes formatos (es uno de los hoteles más prestigiosos y lujosos de la isla) y, ya junto a la calle León y Castillo, el Monumento Atis Tirma, una escultura que representa la autoinmolación de los últimos canarios libres justo antes de la rendición de la isla a los castellanos. Es una de las fotos icónicas de la ciudad.
El Puerto deportivo y Las Alcaravaneras
Un pequeño túnel en la calle Joaquín Blanco Torrent comunica la ciudad con el pequeño puerto deportivo. Es un buen lugar para dar un paseo, tomar una copa en alguna de las terrazas o, simplemente, llegarse hasta el extremo del puerto para ver la ciudad y el puerto desde una óptica diferente. Desde el puerto deportivo se tiene acceso directo a la Playa de las Alcaravaneras, uno de los arenales de la ciudad. Para futboleros queda una visita al Parque del Estadio Insular en el que aún pueden verse tres de las cuatro gradas del vetusto estadio que, durante décadas fue la casa de la UD Las Palmas, el equipo de los amores de la población local.
LAS MEJORES FOTOS : Monumento Atis Tirma (Calle León y Castillo); Cascada del Parque Doramas; Fachada del Hotel Santa Catalina.
MUSEOS : Museo Néstor (Francisco González Díaz, 4; Tel: (+34) 928 245 135).