El apellido de Mikel, vocalista y compositor, sirvió para impulsar a Izal, que nació en 2010 junto a Alejandro Jordá, encargado de la batería, Iván Mella con los dedos en el teclado, Alberto Pérez con ellos pegados a las seis cuerdas de la guitarra y Emanuel Pérez 'Gato' restándole dos, con los cuatro del bajo.
“Y qué genial” y “qué maravillosamente oportuno” que el grupo indie haya dedicado la noche de este viernes 5 de agosto a la ciudad de Santander. En directo, en la campa de La Magdalena, formando parte del cartel del festival Santander Music de este año.
Cuatro discos les han bastado para posicionarse como un grupo nacional de importante crecimiento desde su inicio, hace solo 6 años, consiguiendo situar 'Agujeros de gusano' como uno de los discos más vendidos durante el año 2013.
Ganadores del Premio Rolling Stone a Artista Revelación, el Premio de la música Independiente a 'Grupo Revelación' y a ser portada de la revista Mondosonoro en su edición de octubre de 2013, además de estar preseleccionado para los MTV European Music Awards en 2014, actualmente se enmarcan como cabeza de cartel de la mayoría de festivales españoles.
Han sido 6 años intensos, pero ahora Izal es conocido nacionalmente. ¿Alguna vez habían pensado en este éxito?
Uno siempre sueña con poder dedicarse a lo que le gusta y los mejores sueños no los soñábamos exactamente como nos están pasando. Nunca esperas llegar a vivir tranquilamente y tocar como este verano, es decir, en tantos festivales y sin bajarnos de los escenarios que, al fin y al cabo, es una de las cosas que más nos gustan después de componer.
Hablaban de Extremoduro como un grupo muy indie, porque “hacían lo que les daba la gana”. Con toda la independencia que han ido creándose, ¿siguen manteniéndose igual de indies que al principio o se han vuelto más comerciales?
No, la etiqueta 'indie' se refiere a ser lo que a ti te parece, ser honesto con la música y eso, junto a la originalidad, es lo que hemos hecho siempre. Venimos de mundos muy diferentes. Cada vez que estamos tocando intentamos que cada uno opine de forma diversa y dar a cada canción lo que necesita. Seguimos funcionando igual tanto a nivel creativo como empresarial pero es cierto que hay ámbitos que, a medida que la empresa crece, la familia de trabajadores también crece, por ejemplo en iluminación, escenario… Te dejas aconsejar por quien se dedica a ello, tomando las decisiones en conjunto. Pero lo de ser indie no es más que la independecia creativa, tú con tus medios sin que nadie te dicte lo que tienes que hacer.
El ejemplo de Extremoduro es clarísimo porque tienen muchísimo éxito y podría decirse que son comerciales porque venden mucho pero son gente muy honesta a la hora de entender la música y lo han ido demostrando con el paso de los años. Un disco como 'La ley innata' es un disco que rompe con lo que habían hecho ellos hasta el momento, pero sin dejar de ser ellos.
¿Es fácil ser un grupo de música en España en 2016?
Es un mundo muy difícil porque después de años con muchos proyectos, es la primera vez que tenemos solvencia y vivimos más tranquilos. Siempre se anda con el dinero justo, trabajábamos y el tiempo libre lo seguíamos dedicando a trabajar. Al principio no nos podíamos dar de alta ni en la Seguridad Social pero en cuanto empiezas a pagar todas las cotizaciones no existe una ayuda a un mundo tan difícil como es el arte. Obviamente subir un IVA cultural tampoco ayuda, no solo de cara a los trabajadores, sino el consumo. La cultura no tiene que ser gratis pero tiene que ser accesible al público y subir en un porcentaje tan alto el IVA, que afecta a todas las personas por igual, no ayuda. Y no solo en música porque en teatro o danza es aún peor.
¿Relacionan de algún modo la música con la política? ¿Creen que se puede hacer justicia a través de ella?
Las canciones, sin ser explícitamente políticas, expresan muchos principios que pueden aplicarse en muchos aspectos de la vida, también en la política. Al empezar este disco hay una parte a capella que decimos que lo importante es “caminar con la frente alta” y esto puede aplicarse a todos los aspectos de la vida. Nunca tendríamos que agachar la cabeza y en la política hace falta un poco más de eso.
¿Creen que Copacabana podría crear un antes y un después en la vida de Izal?
Sí, es el disco más redondo pues, aunque solo tenemos tres discos, Copacabana tiene un punto de madurez muy sólido. La música siempre la habíamos creado con una estética determinada mientras que ahora hemos podido aunar todo, en gran parte lo audiovisual, con el videoclip gracias a Paloma Zapata, directora de Casting. Creemos que el trabajo en general, no solo el musical, es ya un referente para nosotros y un punto de partida para el siguiente trabajo.
Las canciones en general suelen basarse en amor o desamor. Sin embargo, tratan el buen rollo, la familia, los propios sentimientos de una persona consigo misma… ¿Están de acuerdo con que el amor debería ser un tema que no abarcase tanto en el terreno musical?
Pienso un poco igual que con la política, muchas veces en una canción de amor se esconden otras cosas. Poéticamente el amor queda mejor pero puede aplicarse a muchos aspectos de la vida. Muchas veces hay canciones que te hacen reflexionar moralmente sobre muchos aspectos, una declaración de principios. Es cuestión de perspectivas, con la que se oye y con la que se compone. Hay casos, si compones, que muchas veces se trata de vivencias personales que, al reflexionar, encajan perfectamente en la canción que quieres crear.
¿Prefieren salas pequeñas donde ven las caras al público o escenarios enormes llenos de focos y pantallas?
Todo tiene su encanto. Las salas pequeñas son nuestro hábitat natural, porque allí hemos tocado durante mucho tiempo y realmente el éxito grande no se puede disfrutar en salas pequeñas. Vas creciendo y aumentando el recinto porque no podríamos haber tenido la experiencia que tenemos tocando delante de 100 o 200 personas.
Pero cuando nos ha pasado, por ejemplo en México, que volvimos a una sala pequeña viéndoles las caras, es una maravilla, no solo tener una masa de gente saltando, si no disfrutar del calor. Fue una sala con 400 o 500 personas y conseguimos duplicar el público. Para nosotros eso en México ya fue una sala grande y poder vivirlo de esa manera tuvo su encanto y marca un momento en el transcurrir de una banda. Disfrutar ahora de los festivales y crecer poco a poco es un lujo. Además, tener la posibilidad de tocar en otros países, pero también en España, donde has crecido, te permite mantener los pies en el suelo.
En otras ocasiones han dicho que la 'mujer de verde' es quien cada uno desee. ¿Quién es su propia mujer de verde?
Personalmente mi mujer de verde son mis padres porque siempre me han apoyado y ayudado a seguir adelante con la música, sin trabas, con un sí por respuesta.