Las consecuencias económicas derivadas de la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19 no se han hecho esperar en Cantabria, y tras solo dos días después de la entrada en vigor del estado de alarma decretado por el Gobierno de España, que implica cierres de comercios y hostelería y limitación de la movilidad de los ciudadanos, entre otras medidas, son ya medio centenar de empresas las que han comenzado los trámites para realizar Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) en la comunidad autónoma.
Según ha indicado la Dirección General de Trabajo, en estos momentos tienen registrados un total de 50 solicitudes de ERTE por este motivo, que implican directamente a 170 empleados, aunque aclaran desde el Gobierno de Cantabria que alguna de esas empresas no ha presentado todavía la relación de trabajadores afectados, con lo cual está previsto que el número definitivo sea significativamente mayor.
Estos expedientes son en todos los casos de suspensión de la jornada, no de reducción, y en cuenta a las causas, el 74% se justifica por fuerza mayor, mientras que el 26% restante achacan esta petición temporal a motivos organizativos, productivos o económicos derivados de la actual situación que vive el país, con prácticamente todos sus servicios paralizados.
Por sectores, el que más lo está sufriendo es el de la hostelería, que acumula 20 de esos 50 ERTES presentados hasta la fecha, es decir, un 39% del total de los expedientes de regulación de empleo temporal presentados en Cantabria durante los dos últimos días. El resto de sectores está muy atomizado, y hay casos de bingos y salas de juego, agencias de viaje, servicios de publicidad y marketing, guarderías, fotografía, comercio, automoción, transportes, estética o actividades jurídicas.
El turismo, paralizado
Como era de esperar, el sector turístico está siendo desde ya uno de los grandes damnificados por la crisis del coronavirus. Y es que desde las primeras recomendaciones de no viajar a finales de la pasada semana, las anulaciones se dispararon exponencialmente y las reservas de cara al cercano periodo vacacional de Semana Santa cayeron en picado.
Así pues, tras el decreto del Estado de alarma el domingo, las grandes cadenas hoteleras de Cantabria han cerrado sus puertas o se mantienen a la espera de cómo se desarrollen los próximos acontecimientos, relativos a nuevas restricciones desde el Gobierno de España, para hacerlo. La inmensa mayoría o ha comenzado los trámites o comienza a estudiar las regulaciones de empleo para sus plantillas.