El cambio de color político en el Gobierno de Cantabria está destapando una serie de inversiones públicas llevadas a cabo por el anterior Ejecutivo del Partido Popular que los nuevos responsables son incapaces de entender o justificar. Entre las cuentas pendientes que deberá hacer frente el bipartito PRC-PSOE destaca la financiación con casi un millón de euros de una película que no ha llegado a las salas de cine y que no ha tenido siquiera un estreno oficial.
El Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF), organismo dependiente de la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, avaló con dinero público la producción de 'Cuervos', una cinta que iba a ser el segundo largometraje del director sevillano Raúl Romera y que está protagonizada por los actores Fernando Ramallo, Marta Serrano y Asunción Balaguer. La inversión se realizó a través de un acuerdo con la productora North Cinema Entertainment y con la condición de que la película se rodara íntegramente en Cantabria.
De hecho, este thriller “oscuro y claustrofóbico”, como lo definen sus productores, tuvo como escenario principal la Finca Museo del Marqués de Valdecilla, en el municipio cántabro de Medio Cudeyo, dirigido por la alcaldesa 'popular' María Antonia Cortabitarte. El rodaje se celebró durante 21 días en el mes de marzo de 2014 y tuvo otras reconocidas localizaciones dentro de la comunidad autónoma, como el Parque Natural de las Dunas de Liencres o la playa de La Arnía.
Y es que el anterior Ejecutivo autonómico liderado por Ignacio Diego (PP) se propuso durante la pasada legislatura “convertir Cantabria en un plató” e impulsó el rodaje de varios proyectos cinematográficos con escasa repercusión mediática, a pesar de que la intención era aprovechar el tirón de caras conocidas del espectáculo para la promoción turística de la comunidad autónoma.
Según anunció en su momento el director de 'Cuervos' en un acto público en el que estuvo acompañado por responsables políticos como el exdirector general de Cultura, Joaquín Solanas (PP), la intención de los productores era que la película participara en los certámenes “más importantes” del país durante este pasado verano de 2015, como los festivales de San Sebastián o Gijón, donde la cinta no ha tenido hueco.
En esa misma presentación, la alcaldesa de Medio Cudeyo, que facilitó al equipo técnico de la película todo lo necesario para rodar en la localidad cántabra, afirmó que era “un día importante para este municipio, ya que, por primera vez, la magnífica finca del Marqués de Valdecilla va a convertirse en un plató donde se realiza un largometraje”. “Esta es la mejor campaña publicitaria posible”, enfatizó la también diputada autonómica María Antonia Cortabitarte.
Problemas en el rodaje
El director de 'La memoria de los olivos' contó durante la promoción en Cantabria que su segunda película partía de una supuesta leyenda urbana que hablaba de cacerías humanas durante la época franquista. “La trama se desarrolla en una isla ficticia y apartada donde vive una marquesa, aislada durante décadas, con la única compañía del personal de servicio”, relató Romera a los periodistas.
Pese al apoyo económico de las administraciones públicas, el rodaje se realizó con las prisas propias del que cuenta con un presupuesto ajustado y el casi medio centenar de personas que formaron el equipo técnico de la película tuvieron que superar distintos sobresaltos, como las condiciones meteorológicas, que complicaron la grabación durante las tres semanas en las que estuvieron en Cantabria, algo que influyó también en el resultado final de la cinta.
Según apuntan desde la Consejería de Economía, la grabación fue “un desastre” y descartan que el proyecto llegue a exhibirse ante los espectadores. En este sentido, apuntan a problemas de iluminación, entre otras cosas, que han convertido el resultado final en un producto “muy lejano a la promoción turística que se pretendía realizar”.
Este periódico se ha puesto en contacto con el director y con la productora, que reconocen el retraso por “problemas de postproducción” y no ponen fecha para su estreno. Según ha podido saber eldiario.es, los continuados retrasos y los problemas en los pagos están relacionados con deficiencias técnicas que han exigido un tratamiento especial en la cinta y ha requerido una inversión económica por encima de lo presupuestado.
Un lastre para las cuentas públicas
Desde el Gobierno, por su parte, recuerdan que ahora deberán asumir esa “inversión fallida” del ICAF de casi un millón de euros, avalada por el organismo público que se encarga de la financiación de empresas y proyectos considerados “estratégicos” para la comunidad autónoma, lo que señalan como un nuevo lastre para la elaboración de las cuentas del año que viene.
Otra vez, el papel del director del conocido 'banco cántabro' entre 2011 y 2015, Jorge Gómez de Cos, vuelve a estar en entredicho tras las informaciones que apuntan a una participación “decisiva” del alto cargo en el proyecto de Ecomasa, que está siendo investigado por la justicia por la desaparición de 18 millones de euros públicos en una fábrica de estufas que se encuentra en pleno proceso de liquidación.
La página web del Instituto Cántabro de Finanzas explica en uno de los apartados destinados a justificar los proyectos con los que colabora que la sociedad North Cinema Entertainment es un productora audiovisual y cinematográfica que, gracias a la aportación pública, ha establecido una filial con domicilio social en Cantabria para grabar un largometraje y liquidar los impuestos correspondientes a la inversión asociada en el lugar del rodaje.
Además, según esta información del ICAF, la productora responsable de 'Cuervos' deja “abierta a futuro la posibilidad de desarrollar nuevos proyectos que ayuden a la creación de una base industrial cinematográfica en Cantabria” y “tiene previsto la realización de un video promocional donde se mezclen los atractivos turísticos del área con el rodaje y los actores de la película” bajo el epígrafe 'Solares también sabe a Cine'.
Los datos facilitados por la productora de 'Cuervos' en el momento del rodaje hablaban de un presupuesto total cercano a lo 2,5 millones de euros, en los que se incluía el patrocinio del Gobierno de Cantabria y del Ayuntamiento de Medio Cudeyo, que participaban en la financiación con dos condiciones: que la finca del Marqués de Valdecilla fuera el escenario principal de la película y que se hiciera un documental en este y otros escenarios del filme.