¿Cuándo se vacunará a los niños contra la COVID y de qué forma? ¿Cómo será esa vacunación? Estas son algunas de las grandes preguntas que se están produciendo en el proceso de vacunación actual contra el coronavirus. Según algunos investigadores, como el catedrático de Medicina y Microbiología Adolfo García Sastre, uno de los mayores expertos mundiales en el virus de la gripe, las vacunas aún no han sido ensayadas con los más pequeños porque primero se tendrá que saber su efecto en adolescentes. Por lo tanto, la vacunación infantil está a la espera, ya que los ensayos hechos hasta ahora han sido con adultos. Cuando se realicen las pruebas a grupos poblacionales de menor edad, una variable a estudiar será si las dosis de las vacunas actuales pueden serles aplicadas en menores cantidades y seguir siendo efectivas y de paso reducir las molestias que genera la inoculación.
García Sastre, codirector del Global Health & Emerging Pathogens Institute y del Icahn School of Medicine at Mount Sinai en Nueva York, se ha pronunciado de este modo en la ponencia online que, bajo el título 'A la búsqueda de tratamientos y vacunas contra COVID-19', ha impartido esta semana en el marco del ciclo de conferencias del Instituto de Investigación del Hospital Valdecilla (Idival) de Santander. En la charla, el investigador español confirmó que las vacunas actuales son efectivas contra la cepa británica del virus, la variedad más contagiosa, y que está en estudio su impacto en otras mutaciones detectadas como la de la cepa sudafricana.
“Un grupo poblacional en el que todavía no se han hecho ensayos clínicos es el de los niños. Y eso empezará a hacerse en cuanto haya datos en adolescentes. Es la forma en que funcionan las vacunas por seguridad: primero se prueban en adultos, luego en adolescentes y luego en niños. Es posible que cuando empiecen a probarse en niños hagan algún ensayo en Fase I para ver si con dosis más pequeñas se obtienen buenos niveles de anticuerpos y menos efectos molestos”, ha explicado durante su intervención. Según se está comprobando, al ser inoculada la vacuna en adultos la sensación es como si se introdujera agua: “A las 4-5 horas empieza a doler el brazo como si te hubieran dado un golpe, pero nada más”, ha declarado el investigador por su propia experiencia.
Efectos en 14 días
Otro de los grandes interrogantes que hay en la comunidad científica es saber hasta cuándo las vacunas actuales inmunizan contra el SAR-CoV-2. Según los últimos estudios, está confirmado que 11 meses, pero la inmunización puede durar años, dado que al decimocuarto día de la vacunación ya se producen efectos neutralizantes sin requerir una gran cantidad de anticuerpos, lo que es un motivo de optimismo.
“Empiezan a ser efectivas a partir del día 14 y lo interesante es que ese día casi no hay anticuerpos neutralizantes y eso quiere decir dos cosas: o que no son solo los anticuerpos los que están induciendo la protección; o que no se necesitan muchos anticuerpos para inducir protección y, si eso es así, como se generan muchos anticuerpos con la vacuna, se va a estar protegido mucho tiempo”. Aunque se sigue estudiando, “eso nos da esperanza de que las vacunas sean duraderas durante años, pero hay que verlo y no podemos excluir la posibilidad de que el virus cambie antigénicamente más tarde”, ha indicado el investigador.
Tenemos la esperanza de que las vacunas sean duraderas durante años, pero hay que verlo y no podemos excluir la posibilidad de que el virus cambie más tarde
Infección entre dosis
El proceso de vacunación genera más interrogantes aún. Uno de ellos es cómo actuar si la persona vacunada con la primera dosis contrae la COVID. ¿Ha de aplicársele la segunda dosis? Otra pregunta latente es si pueden utilizarse dos vacunas distintas, una para cada dosis, en un mismo individuo. Según este profesor e investigador afincado en Nueva York, en el caso de infección tras la primera dosis no habría que inyectar la segunda, ya que primero habría que ver cómo evoluciona la infección. Pero la duda sigue abierta ya que eso rompería el protocolo de vacunación estudiado en los ensayos, lo que tampoco es recomendable.
“No hay ninguna razón para dar la segunda dosis. Yo no la daría y habría que esperar a resolver la infección. Pero las vacunas seguramente se puedan dar de forma distinta a como se han hecho los ensayos, como, por ejemplo, esperar más tiempo para la segunda dosis, o usar la mitad de la dosis o combinar una dosis de una vacuna y otra para una segunda dosis”, ha opinado.
“Puede ocurrir que alguien se vacune con dos vacunas pero hay que evitarlo. ¿Por qué? Porque no han sido probadas así en los ensayos clínicos y cualquier efecto adverso que pueda ocurrir no sabremos si está relacionado con la forma en que se ha administrado la vacuna. Hay que hacer el esfuerzo de aplicar las vacunas como se ha hecho en los ensayos clínicos, que es el modo en que sabemos que son seguras y eficaces y no dan lugar a efectos adversos”, ha concluido el investigador principal del Centro de Investigación en la Patogénesis del Virus de la Gripe, un centro de excelencia financiado por los institutos nacionales de la Salud de Estados Unidos.
El doctor García-Sastre es autor de más de 600 publicaciones científicas y es firmante de 40 patentes. Entre sus cargos anteriores cabe destacar que ha sido presidente de la Sociedad Internacional para Vacunas en los años 2014-2015 y editor de las revistas científicas 'Journal of Experimental Medicine' y 'Journal of Virology'.