El Consejo de Administración de Sodercan ha acordado este martes por unanimidad mantener la acusación contra el exdirectivo de la sociedad pública nombrado por el anterior Gobierno del PP Jesús de las Cuevas, que será juzgado por tanto por apropiación indebida y falsedad documental.
De este modo, tal y como adelantó eldiario.es Cantabria, el Consejo de Administración de Sodercan ha rechazado el acuerdo alcanzado el pasado 3 de mayo por De las Cuevas y la Fiscalía, que habían pactado una pena de prisión de 3 años y 9 meses y la restitución de los 667.000 euros de los que se había apropiado a cambio de evitar ir a juicio.
El acuerdo con la Fiscalía se produjo después de que el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Santander constatara la existencia de “indicios racionales de criminalidad” para imputar a De las Cuevas sendos delitos de malversación de caudales públicos y falsedad en documento mercantil.
Según se desprende de la instrucción, De las Cuevas desvió ese dinero a través de “órdenes de pago simuladas” con cargo a proyectos de innovación cofinanciados por la Unión Europea, como Smart Santander, en los que Sodercan intervenía como socio.
El juez había dado un plazo de 10 días para que la empresa pública, que está personada como acusación particular, comunicara su posición o, de lo contrario, la falta de respuesta equivaldría a mostrar su conformidad con el acuerdo y las calificaciones provisionales de la Fiscalía.
El acusado comenzó a trabajar en Sodercan en 1998 y desde 2009 fue responsable del equipo de proyectos europeos, hasta que en 2012, durante la etapa de Ignacio Diego (PP) al frente del Gobierno autonómico, fue nombrado director general de Proyectos Estratégicos y Desarrollo Internacional. La investigación ha permitido constatar que aprovechando esos cargos de confianza, De las Cuevas confeccionó al menos 27 órdenes de pago “ficticias”, iguales a las que emitía para transferir fondos a empresas proveedoras, que él firmaba como responsable.
Órdenes de pago que no respondían a ninguna transacción real y de las que se sirvió para desviar dinero de Sodercan a cuentas bancarias en Chipre, Irlanda, Portugal y Miami, que luego transfirió prácticamente en su totalidad a una cuenta suya y otra de su mujer. La cuenta de Chipre fue abierta por el propio De las Cuevas a nombre de una sociedad pantalla, la de Irlanda estaba a nombre de un conocido, y las de Portugal y Miami a nombre de sendas empresas.