Ciudadanos solo mantuvo el 'cordón sanitario' al PSOE en Santander
Suelen decir que la política hace extraños compañeros de cama. Si además se trata de política municipal, donde las ideologías pasan a un segundo plano y las relaciones personales son imprescindibles para tejer alianzas y resolver problemas cotidianos, todavía más. Y si no, que se lo pregunten a los concejales de Ciudadanos en Cantabria, que pese a la decisión de su partido a nivel nacional de elegir al PP como “socio preferente” a la hora de cerrar pactos y establecer un 'cordón sanitario' al PSOE en prácticamente toda España, tan solo han cumplido ese mandato en el Ayuntamiento de Santander.
El resto de ediles de la formación naranja en la comunidad autónoma que han tenido capacidad de influir en las investiduras de sus respectivos ayuntamientos, allí donde la aritmética lo permitía, han decantado la balanza mayoritariamente hacia el lado de los socialistas, que han conseguido importantes alcaldías en ciudades como Castro Urdiales, Marina de Cudeyo o San Vicente de la Barquera a través de un acuerdo con Ciudadanos, que se integrará en los respectivos equipos de gobierno tras pactar con el PSOE.
En el caso de San Vicente de la Barquera, PSOE, PRC y Cs alcanzaron un pacto para conformar un tripartito en el que el socialista Dionisio Luguera repite como alcalde por segunda legislatura consecutiva y la edil electa de la formación naranja, África Álvarez, se incorpora al equipo de Gobierno como primer teniente de alcalde y concejala de Educación, Deporte, Turismo, Comercio, Cultura y Juventud “con el fin de garantizar la gobernabilidad” y “desarrollar un proyecto renovador en la localidad”.
El tripartito, que suma seis concejales -cuatro del PSOE, uno del PRC y uno de Cs-, ha mandado a la oposición al candidato del PP, Julián Vélez, que ha sido alcalde del municipio en varias etapas distintas y encabezó la lista más votada en las elecciones del 26 de mayo, donde sumó cinco concejales, al borde de una mayoría absoluta que le hubiera permitido recuperar el cargo.
En los casos de Castro Urdiales y Marina de Cudeyo, los concejales de Ciudadanos han apoyado a Susana Herrán y Pedro Pérez Ferradas, que sí obtuvieron el respaldo mayoritario de sus vecinos el 26M, colocando al PSOE como primera fuerza en ambos municipios, aunque con posibilidades de pactos alternativos que podrían haber frustrado que recogieran el bastón de mando el pasado sábado.
De esta forma, Marina de Cudeyo ha vuelto a tener un alcalde socialista veinte años después gracias a los votos de los cinco concejales de su partido y a los dos de Ciudadanos. El PSOE no ha reeditado el bipartito que tenía con su antiguo socio, el PRC, que rompió el acuerdo meses antes de la cita con las urnas y que, tras una convulsa legislatura, ha llevado ahora a la oposición al veterano dirigente regionalista Severiano Ballesteros.
Castro Urdiales, por su parte, ha sido una de las plazas más codiciadas. La tercera ciudad de Cantabria por número de habitantes deparó un resultado bastante complejo de gestionar tras el recuento electoral, y tras la falta de sintonía de PSOE y PRC que ha impedido trasladar el pacto autonómico a la localidad castreña, ambos candidatos han jugado sus cartas para hacerse con la Alcaldía, ya que representaban a las dos fuerzas con mayor número de votos. Finalmente, el PSOE se llevó el 'premio gordo' al firmar un pacto de gobierno con Ciudadanos y la abstención in extremis del PP.
Primer tránsfuga
El mismo planteamiento se había realizado en el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso, donde un acuerdo a tres bandas entre PSOE, PRC y Ciudadanos iba a desalojar del poder al candidato del PP, Pedro Luis Gutiérrez, que lleva al frente del Consistorio desde 1996. Así lo anunció la propia formación naranja a través de un comunicado, en el que resaltó que gobernarían en coalición a través de un tripartito, con el socialista Antonio Díez como alcalde.
El acuerdo contemplaba que las tres formaciones tuvieran una representación en el equipo de Gobierno acorde a los resultados de las últimas elecciones municipales, en las que el PRC y Cs obtuvieron un concejal cada uno, y tres el PSOE, por los cuatro ediles que consiguió el PP, que fue la lista más votada en las elecciones municipales.
Sin embargo, este pacto se truncó la misma jornada de la constitución del pleno cuando la representante de Ciudadanos, María Belén Cuesta, se saltó la disciplina de voto y apoyó al candidato del PP, permitiendo su reelección como alcalde. Tras esta actuación de su edil, que aún no ha dado explicaciones públicas, la formación naranja ha anunciado que actuará inmediatamente y expulsará a su concejala del partido, en lo que sería el primer caso de transfuguismo de la legislatura en Cantabria.
Santander, intocable
Esta actitud 'pactista' de Ciudadanos con el PSOE, sin las líneas rojas que sí se han mantenido en otros territorios, contrasta con la decisión que tomaron finalmente en Santander, donde desterraron la posibilidad de conformar un gobierno alternativo con socialistas y regionalistas que hubiera enviado a la oposición al PP por primera vez en democracia, provocando un cambio histórico en la ciudad y dejando a los populares sin su feudo principal en Cantabria.
La opción de un tripartito con PSOE y PRC estuvo sobre la mesa hasta el último momento, pero la intervención directa de la cúpula nacional de Ciudadanos desde Madrid fue determinante para torcer la voluntad del candidato de la formación naranja en Santander, Javier Ceruti, que finalmente tuvo aceptar la imposición de la dirección nacional de su partido de respetar al PP como “socio preferente” e integrarse en un equipo de gobierno en minoría liderado por Gema Igual que requerirá de la participación de Vox para sacar adelante cualquier propuesta.