La gestora que dirige Podemos Cantabria desde la semana pasada ha decidido “desvincular políticamente” al partido de su grupo parlamentario en la Cámara autonómica tras los últimos acontecimientos que han afectado a la organización, y que, aseguran, “nada tienen que ver con el tipo de política que Podemos ha venido a hacer”.
Por ello, a partir de este lunes, y después de que el nuevo portavoz parlamentario, Alberto Bolado, anunciara que los diputados “no reconocen la autoridad de la gestora” ni las decisiones de los órganos directivos del partido y no abandonarán sus actas, “el grupo parlamentario deja de representar la política de la organización en la comunidad autónoma”.
“La coherencia con los principios ideológicos y éticos de nuestra organización y la voluntad de anteponer la defensa de los intereses sociales de los cántabros y cántabras a sillones y ámbitos de poder, ha obligado a tomar esta decisión al equipo técnico, que ya ha comenzado a trabajar para reparar la imagen de Podemos y poder centrar nuestros esfuerzos en resolver los problemas de los cántabros y cántabras que nos votaron porque estaban seguros de que otra Cantabria es posible”, subrayan a través de un comunicado.
En esta línea, desde la gestora han señalado que “volvemos a poner el foco en la gente y comenzamos a trabajar para hacer realidad el cambio político que necesita nuestra comunidad, una Cantabria feminista, social, igualitaria y digna”.
Ruptura consumada
Esta decisión consuma la ruptura en Podemos Cantabria, que desde su nacimiento en 2015 ha tenido una trayectoria convulsa. De hecho, en estos cuatro años, la formación morada suma ya dos gestoras y tres secretarios generales distintos. Además, el enfrentamiento en el seno del grupo parlamentario ha sido una constante, con acusaciones de “acoso laboral” por parte de tres mujeres -una de las parlamentarias, la máxima dirigente en Santander y una trabajadora de prensa- contra José Ramón Blanco, uno de los diputados.
Por si fuera poco, las primarias que iban a decidir al cabeza de cartel y la lista con la que la formación morada concurriría en las próximas elecciones autonómicas del mes de mayo están paralizadas por los tribunales, después de que Podemos excluyera del proceso a la ya exsecretaria general y diputada nacional, Rosana Alonso, y otros dos aspirantes, que denunciaron la “vulneración de derechos fundamentales”.
Este clima de conflicto permanente ha generado el rechazo unánime de otras formaciones de izquierdas, con las que Podemos estaba negociando concurrir en coalición en los próximos comicios en Cantabria, y tanto IU como Equo han anunciado que no consideran al partido morado como un “socio preferente” de cara a la confluencia.
Intervención de Madrid
La crisis de Podemos en Cantabria ha provocado también la reacción del secretario de Organización del partido, Pablo Echenique, que, en una entrevista concedida a Europa Press, ha reconocido que la nueva gestora que nombró la dirección estatal para poner fin a semanas de conflicto “tiene mucho trabajo que hacer” y “le va a llevar tiempo poder recuperar la buena imagen de Podemos” en la comunidad.
“Tienen mucha tarea por delante. Confío en la gente que está en el equipo técnico, que es muy solvente. Es gente que no ha participado en los conflictos y que ha intentado solucionar las cosas mediante el diálogo. Creo que tienen mucha tarea por delate, pero también confío en que la van a poder llevar a cabo y van a contar con toda la ayuda que les podamos dar”, ha afirmado.
Mientras tanto, ha explicado que el departamento legal de Podemos “está estudiando” el modo de confeccionar las papeletas de las próximas elecciones autonómicas, tanto en Cantabria como en La Rioja, donde las primarias llegaron a los tribunales y han sido paralizadas de forma cautelar por orden de un juez.
“Tenemos que estudiarlo porque en nuestro código ético se explica que los cargos se eligen por primarias, pero si un juzgado no te deja hacer, habrá que encontrar una manera de configurar las papeletas que sea respetuosa con la voluntad de la organización y que nos permita que nos presentemos a las autonómicas tanto en Cantabria como en La Rioja”, ha adelantado.
Ordóñez pide dejar el grupo
La diputada Verónica Ordóñez solicitará a la gestora abandonar el grupo parlamentario, después de que la Comisión de Garantías haya restaurado su militancia tras haber sido suspendida cautelarmente por la anterior dirección autonómica encabezada por Rosana Alonso. “Yo no quiero seguir siendo diputada si no represento a Podemos”, ha explicado Ordóñez a EuropaPress, quien fuera relevada de la Portavocía en diciembre, tras una reunión promovida por Alberto Bolado y apoyada por José Ramón Blanco.
Si la gestora aceptase su petición dejaría el grupo “lo antes posible” y pasaría a ser diputada no adscrita, mientras que si no lo hace, caso que no cree que llegue a darse, renunciaría a su acta como “única salida”. Ordóñez ha manifestado que quiere seguir trabajando para el partido y en condiciones de “tranquilidad”, algo que, según ha subrayado“, no sería posible junto a Blanco y Bolado.