El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha comparecido este miércoles ante los medios de comunicación de forma urgente -en una rueda de prensa convocada con dos horas de antelación- para justificar su valoración “positiva” del encuentro institucional que mantuvo el pasado lunes con el jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy (PP), y para salir al paso de las críticas vertidas por sus socios de Gobierno, incluida la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos (PSOE), que rebajó la euforia y tachó de “lavado de cara” las promesas de “un presidente en funciones”.
“No estoy abducido por el señor Rajoy. Y no soy tonto del todo. Ni abducido ni tonto”, ha repetido Revilla durante su intervención, donde ha restado importancia al malestar mostrado por sus compañeros en el Consejo de Gobierno tras su visita a Moncloa y ha achacado las críticas de distintos cargos públicos del PSOE a la “tensión electoral” propia de la precampaña antes de los comicios del 20 de diciembre. “Estamos en campaña electoral y en campaña electoral la gente se pone muy alterada y le mete leña al rival”, ha recordado.
Revilla ha reconocido que se ha visto obligado a explicar su postura ante las “reacciones” que se han producido en las últimas horas. Y es que, después de muchos meses solicitando este encuentro institucional en Moncloa, el presidente de Cantabria anunció que Rajoy se había comprometido a pagar otros 100 millones de euros por las obras del Hospital de Valdecilla y a impulsar la reindustrialización de Torrelavega y la comarca del Besaya, además de estudiar otras peticiones como el tren de altas prestaciones entre Santander y Madrid.
Los socialistas cántabros no se han sentido cómodos con las declaraciones de Revilla -que ha llegado a decir que “Rajoy gana en las distancias cortas”- ni con el nivel de reivindicación que ha mostrado en Moncloa -puesto que da por buenas unas promesas que no tienen asignación económica en los próximos presupuestos- y consideran que el líder conservador ha utilizado al presidente de Cantabria para hacer campaña.
A pesar de todo esto, Revilla ha asegurado que esta polémica “no está causando tensiones” en el seno del Gobierno de coalición PRC-PSOE y ha hecho hincapié en que su obligación como presidente autonómico es “ir a pedir” para su tierra y en que lo seguirá haciendo “esté quien esté” en La Moncloa. “Yo soy libre y actúo con total independencia, incluso de mi propio partido. No tengo más disciplina que Cantabria, según mi leal entender”, ha recalcado.
¿Y si Rajoy fuera presidente?
En una reciente entrevista con eldiario.es, Miguel Ángel Revilla descartaba a Mariano Rajoy como próximo inquilino de La Moncloa. Ahora, y a la vista de las últimas encuestas, el líder regionalista no lo tiene tan claro. “Me dicen que las promesas que me ha hecho no valen nada porque no va a ser presidente... ¿Y si lo fuera? Tengo la obligación de llevarme bien con quien gobierne en Madrid”, ha insistido.
“Supongamos que sale de nuevo como presidente. Le dije mirándole a los ojos que si no cumple lo prometido con Cantabria se habrá ganado a un enemigo para toda la vida”, ha relatado Revilla, que confía en su amplio poder mediático y en su activa presencia como tertuliano en diversos programas de televisión y radio para presionar al líder del PP: “No le va a quedar más remedio que cumplir porque sabe que no soy un enemigo fácil. Sabe que soy una persona que crea opinión”.
Como último guiño a sus socios de Gobierno, Revilla ha recordado que “cualquier persona sensata y normal” prefiere que haya en Madrid un Ejecutivo que esté “en sintonía” con el color político del Gobierno de Cantabria. “Para llegar a esta conclusión no hace falta ser un genio. Si el próximo presidente es Pedro Sánchez, doy por hecho que mis compañeros de Gobierno tendrán las puertas abiertas de Moncloa”, ha concluido.