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El año de los eólicos en Cantabria concluye sin acuerdos pero con más movilización vecinal que nunca

El año 2021 ha traído a Cantabria una manera completamente diferente de ver la energía eólica. Así, mientras en 2020 no se dejaba entrever que este tema pasaría a ser uno de los más comentados, los últimos meses han supuesto una constante de anuncios de nuevos proyectos que, de ver la luz y según los colectivos ecologistas, “pueden acabar de expoliar todos los recursos ambientales que sostienen a nuestra generación, y con ello, dejar sin futuro a las generaciones venideras”. Así lo explica el coportavoz de la plataforma Cantabria No Se Vende, Aitor Lobato, que repasa cuál es la situación actual de los parques eólicos en la comunidad y qué esperan que ocurra en el próximo año.

Comenzando con los principales avances de los últimos meses, Lobato sitúa la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva para el parque El Escudo como el más importante, ya que se supone que la empresa promotora ha corregido los aspectos que se recurrían en las alegaciones, aunque sin pasar los nuevos documentos a un trámite de información pública.

“Tenemos aprobado un proyecto del cual no conocemos los detalles”, asevera el ecologista, quien también apunta a la imposibilidad de realizar movimientos de tierras sin afectar a los Hábitats de Interés Comunitario, tal y como la promotora defiende: “En el momento en el que se dé la Autorización Administrativa Previa, el Fondo para la Defensa Jurídica de la Cordillera Cantábrica iniciará acciones legales contra el proyecto”. Cabe recordar que, precisamente, el parque de El Escudo era la apuesta inicial de Pedro Hernando, portavoz del PRC en el Parlamento, por ser “posiblemente el primero que se ponga en marcha cuando se cumpla toda la normativa”.

No obstante, si Lobato tuviese que destacar algo de este año es el “constante goteo” de nuevos proyectos que han ido ocupando progresivamente y municipio a municipio casi toda la geografía. “Los vecinos, las asociaciones, los ayuntamientos y las juntas hemos tenido que estar dando respuesta de forma ininterrumpida y teniendo que estudiar para ello decenas de miles de páginas de normativas... Lo cual, claramente imposibilita un proceso de información pública transparente por dejar de lado a la mayor parte de la población y por llevar al agotamiento a movimientos sociales y ecologistas”, asevera.

Como ejemplo de desesperanza, el coportavoz de CNSV cuenta a este periódico que la empresa Green Capital Power, la más presente en los proyectos presentados en la comunidad, está dando respuesta a las alegaciones de los ayuntamientos de los Valles Pasiegos mientras que el Gobierno autonómico y el Ministerio de Transición Ecológica están “obligando” a dar contestación a esos escritos ya que, de no responder, “se dará por buena la versión de la empresa”. “Así de perverso es el sistema de tramitación que tenemos”, explica el ecologista.

Sin embargo, algo que quizá los gobiernos no esperaban es la declaración de Zona de Exclusión Eólica que han llevado a cabo muchísimos municipios de la comunidad, algo que desde Cantabria No Se Vende achacan a la movilización de los vecinos que, posteriormente, ha conllevado que los gobiernos locales las apoyen. En los Valles Pasiegos, por ejemplo, todos los consistorios excepto el de Vega de Pas, que se prevé que lo haga a principios de año, ya han aprobado esta moción para 'salvar' a su municipio de la incursión de los molinos. “Esperamos que a futuro las zonas de exclusión sean una herramienta importante para alegar e incluso para dar respuesta conjunta a los procesos jurídicos que puedan venir en 2022”, señala.

Justamente, esa movilización por parte de los vecinos ha sido muy alentadora para esta plataforma que ha ido viendo cómo los movimientos contrarios a los eólicos “a cualquier precio” iban creciendo “desde las zonas más rurales hacia todo el territorio cántabro”. Para Lobato, es “meritorio” el trabajo de estos vecinos para dar respuesta al “extractivismo energético que se nos puede venir encima”: “Esta movilización no surge de la nada, surge de la experiencia con el fracking y del trabajo diario de colectivos sociales y ecologistas a lo largo de estos años... Ya no puede tramitar por debajo de la alfombra porque la gente está organizada en todos los territorios de Cantabria y estará muy encima de lo que las administraciones públicas hagan”, recalca.

Contradicciones políticas y 2022

Pero si hay una comparativa que se haya hecho con los parqués eólicos esa es la del fracking, ya que el Gobierno autonómico se situó primero a favor y después en contra de las perforaciones tras ver que la opinión pública no compartía su criterio. En este caso, y aunque aún nadie del Ejecutivo se ha situado completamente en contra, ya se pueden dejar ver ciertas contradicciones por parte del PRC desde su discurso inicial al actual.

“Hemos pasado de aquel mensaje de Revilla que decía que quien no estuviese a favor de la energía eólica no estaba en el futuro, a escucharle en Valvanuz contestando a un vecino que ”ni un molino“ en relación a su ubicación en Valles Pasiegos... De cualquier modo, por sus frutos los conoceréis”, insiste Lobato. Y es que para Cantabria No Se Vende, así como para el resto de colectivos implicados en la defensa del territorio, el Ejecutivo PRC-PSOE está dando paso “indiscriminado” a los macroproyectos: “El mensaje puede ser el de respetar el paisaje y biodiversidad, pero las actuaciones que llevan a cabo van en línea contraria”, alega.

Aunque lo que realmente preocupa a Lobato es el comienzo de año ya que esperan que en 2022 haya “mucho trabajo que hacer a nivel administrativo y jurídico” con la salida a información pública del Plan Regional de Ordenación Territorial (PROT), así como con algunas Declaraciones de Impacto Ambiental. Igualmente, adelanta que si algún proyecto avanza, se movilizarán para frenarlo: “No se trata exclusivamente de que existan zonas de exclusión o no, se trata de ir contra un modelo extractivista que antepone el beneficio económico de unas élites al beneficio social, ambiental y económico de la mayor parte de la población”, sentencia.