Los inquilinos del edificio siniestrado en la calle del Sol de Santander todavía tienen el susto en el cuerpo después de que este miércoles se viniera abajo parte del inmueble en el que residían. Por suerte, el aviso de uno de los vecinos provocó su desalojo a primera hora de la mañana, con lo que por la tarde, cuando a las 18.000 horas se derrumbó la parte trasera no había nadie en el interior, lo que ha evitado daños personales.
Varios afectados han acudido esta mañana a los pies del inmueble. Con el rostro visiblemente desencajado, observaban cómo los operarios con ayuda de una grúa iban retirando parte de los escombros. “El tercero izquierda, ves que hay un mueble, una vitrina en la pared. Esa es mi casa”, señalaba Pilar González relatando a eldiario.es su caso.
Además de lamentar la pérdida de su vivienda y de sus objetos personales, los vecinos demandan respuestas, principalmente conocer las causas del suceso. Desde un primer momento los afectados han responsabilizado a las obras que se estaban ejecutando en un local de hostelería situado en los bajos del edificio y que, según relatan, provocaron la aparición de grietas en las viviendas. Igualmente, denuncian la “negligencia” del Ayuntamiento, ya que registraron en el Consistorio tres escritos denunciando lo que estaba ocurriendo y alertando sobre la magnitud de los trabajos y sus consecuencias.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el concejal de Obras y Urbanismo, César Díaz, han comparecido esta tarde en rueda de prensa para dar cuenta de las actuaciones emprendidas por el Ayuntamiento hasta ahora, así como para enumerar los trámites administrativos emprendidos a raíz de las denuncias de los vecinos.
Según ha expuesto el edil de Obras, el promotor -la empresa Dos Imanes Producciones- solicitó dos licencias de obra menor en los meses marzo y mayo. El 2 de junio los vecinos presentan una primera denuncia en la que aseguran que los trabajamos que se estaban acometiendo excedían los permisos, lo que derivó en un expediente disciplinario emitido el 15 de junio. Seis días más tarde, el día 21, el Ayuntamiento aprueba una resolución ordenando la paralización de las obras al comprobar los servicios municipales que efectivamente se estaban sobrepasando las autorizaciones concedidas.
Dicha resolución fue notificada por la Policía Local otros seis días más tarde, concretamente el día 27 de junio, fecha para la cual la empresa titular del local ya poseía una nueva licencia de obra mayor, la cual había sido solicitada el 12 de junio y concedida el día 23. De este modo, el expediente de paralización de las obras quedó sin efecto. En este sentido, Díaz ha afirmado que los promotores no han sido “conscientes” de la orden de paralización porque “entre que se resolvió y se notificó, entre medias se concedió la licencia” de obra mayor.
Posteriormente, el día 6 de julio la comunidad de vecinos presentó un nuevo escrito en el que se adjuntaba esta vez un informe realizado por un arquitecto y que apuntaba en la misma línea de lo que ya habían denunciado. Este escrito todavía no estaba resuelto cuando el inmueble se ha venido abajo. El tercer y última advertencia presentada por los afectados tuvo entrada en el registro este miércoles, el mismo día del derrumbe, a las 12.00 horas.
“Exceso” de obra
Por otro lado, el concejal de Obras ha reconocido que los trabajos que se estaban acometiendo “parece que excedieron” los permisos. A este respecto, ha señalado que tras el derrumbe se ha constatado a través del informe del jefe del servicio de bomberos -que es arquitecto- que el suelo se ha “perforado en su base para dar acceso a unos avances bajo el solado del patio” para lo cual no tenía autorización.
Precisamente, el vaciado del suelo, que tenía dos niveles y que pasó a ser uno, se barajaba como la posible causa del derrumbe al haber alterado, supuestamente, un muro de carga. Otra de las posibilidades que se apunta, aunque parece menos probable, son las obras que se estaban haciendo en unas ventanas que se encontraban ocultas y para las cuales sí había licencia. En cualquier caso, tanto Díaz como Igual han hecho un llamamiento a la prudencia y han afirmado que se depurarán todas las responsabilidades que correspondan una vez que se esclarezcan los hechos en base a los informes técnicos.
Para ello, primero es necesario limpiar las partes del inmueble que han quedado suspendidas y desescombrar la zona. La alcaldesa ha indicado que estos trabajos se están haciendo de forma “manual” para mantener intacta la parte del edificio que no ha sido afectada y ha apuntado que se tardarán entre diez y quince días en terminar, sin bien ha precisado que es un “plazo muy estimativo”.
“Para lo que ha pasado hay una causa y una consecuencia. Las causas tendremos que verlas bien y por escrito, y las consecuencias jamás podrán ser que un vecino se quede sin una vivienda. Eso lo tenemos clarísimo”, ha recalcado la alcaldesa en la rueda de prensa en la que también han estado presentes los concejales de Seguridad Ciudadana, Pedro Nalda, y de Servicios Sociales, María Tejerina.
Durante su intervención, Igual también ha apuntado que ya se han concedido a ocho propietarios del edificio las ayudas económicas que les corresponden en función del Plan de Emergencia Municipal de Santander (PEMUSAN), que son a partir de 500 euros, mientras que a otros tres se concederán este viernes debido a que tienen que subsanar errores en la tramitación. Con otros dos propietarios todavía no se ha conseguido contactar.