Ni seis personas ni diez personas: solo convivientes. Esa es la recomendación del Gobierno de Cantabria de cara a las comidas y cenas navideñas, que pasa además por reducir al máximo los contactos con otras personas, respetar todas las medidas de prevención contra el coronavirus tanto en interiores como en exteriores y limitar los encuentros en estas fechas a la burbuja social más cercana, dada la gravedad de la situación en la que se encuentra la comunidad autónoma. “Que la cena de Navidad no se convierta en unos Reyes en la UCI”, ha expresado gráficamente la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, que ha recordado además que uno de cada cinco pacientes hospitalizados acaban en la unidad de cuidados intensivos y que el mes de enero puede ser “muy duro” si la ciudadanía no actúa con responsabilidad.
“La recomendación es que no haya ninguna cena de Navidad. Solo cena entre convivientes”, ha insistido Navas durante una rueda de prensa en la que ha hecho balance de la evolución de la pandemia en Cantabria durante los últimos días, y a preguntas de los periodistas sobre la posición de su departamento ante el encuentro de la Comisión Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que abordará en las próximas horas la fórmula para afrontar el puente de la Constitución y la Navidad, y en el que las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad debatirán el paquete de medidas a tomar de forma conjunta para limitar el impacto que estas fiestas tengan sobre la curva de contagios.
Durante su comparecencia, Navas ha sido tajante y ha evitado pronunciarse sobre el borrador en el que trabaja el Gobierno de España, y que incluye la recomendación de no superar las seis personas en las comidas y cenas navideñas, evitar los viajes que no sean imprescindibles y relajar el toque de queda hasta la una de la madrugada en Nochebuena y Nochevieja. “No nos podemos pronunciar sobre un borrador. La situación de Cantabria a día de hoy es muy grave. Dentro de 30 días será mejor, o eso esperamos, pero en ningún caso como para celebrar una Navidad normal en absoluto”, ha advertido la responsable de Salud Pública de Cantabria.
“Este año no ha habido Semana Santa, este año no ha habido Fallas, este año no ha habido ninguna festividad y la Navidad, por supuesto, también se verá afectada. No es una Navidad normal. Algunas familias están pensando en posponer la Navidad a agosto. Nos reuniremos y lo celebraremos cuando sea seguro hacerlo. Ya de entrada, más allá de la recomendación que se coordine a nivel nacional, lo prudente y lo razonable es que las familias no organicen cenas de Navidad, ni que las pandillas de amigos organicen comidas de Navidad. No estamos en esa situación o tendremos un enero muy complicado”, ha valorado.
Además, respecto a los cierres perimetrales, que en Cantabria afectan tanto a nivel autonómico como municipal, Navas ha considerado que “sí han tenido un impacto positivo” ya que han reducido la movilidad de los ciudadanos y han permitido evitar que se propague la infección de sitios que están más afectados a otros con menor incidencia. “Sí que se valora prolongar esa limitación hasta que tengamos una situación mejor en Cantabria, que no es el caso todavía”, ha adelantado.