Cantabria ha cerrado el año 2020, marcado por la COVID, con la tasa de criminalidad más baja de la última década, con 28,5 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, lo que la sitúa como la séptima comunidad con menor índice de criminalidad del país y 8,9 puntos por debajo de la tasa nacional, que es de 37,4 infracciones penales por cada 1.000 habitantes.
Este descenso se debe sobre todo a la reducción de delitos como los hurtos, que han bajado un 33,5 por ciento; los daños (-9,1%), y los delitos contra el patrimonio (-10,7%), y contra la vida y la integridad de las personas (-14,8%). Por el contrario, han aumentado otros como el tráfico de drogas, con un 11,6%, y las estafas bancarias, con un 915,4%, debido a las compras 'on line'.
Así, el año pasado los delitos descendieron en Cantabria un 8,2 por ciento en comparación con 2019, según se desprende del Balance de Criminalidad hecho público este martes por el Ministerio del Interior, que detalla que las infracciones penales totales pasaron de las 18.073 conocidas en 2019 a 16.598 en 2020.
Los delitos contra el patrimonio (robos, hurtos, estafas, sustracciones de vehículos, daños) fueron los más numerosos en 2020, con 11.569 del total, aunque se redujeron un 10,7% respecto a 2019.
Dentro de este tipo de delitos, descendieron la mayoría de tipologías pero destacó el aumento de las estafas, con un incremento del 44,8% en general, pero del 915,4% en las bancarias por uso inadecuado de las compras 'on line'.
Además, entre enero y diciembre se registraron 1.750 delitos contra las personas, un 14,8 por ciento menos que en 2019, con tres tentativas de homicidios dolosos/asesinato y otro consumado.
Respecto a los delitos contra la libertad, hubo 1.451 (-0,3%) y contra la libertad sexual descendieron un 16,8%, al pasar de 107 a 89, y de ellos 11 fueron agresiones sexuales.
Se redujeron también los delitos por malos tratos en el ámbito familiar, dentro de los que se incluye la violencia de género, con un descenso del 4,4 por ciento, con 129 hechos delictivos conocidos.
Por su parte los delitos contra el tráfico de drogas pasaron de 86 a 96, un 11,6% más; y los de seguridad vial descendieron un 9,5%.
Por todas las infracciones penales conocidas en Cantabria en 2020, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido y/o investigado a 4.109 personas y han esclarecido 7.188 delitos.
Datos por municipios de más de 30.000 habitantes
En cuanto a los datos en municipios de más de 30.000 habitantes, el balance recoge que Santander cerró 2020 con una tasa de criminalidad de 31 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, lo que supone un descenso de siete puntos respecto a 2019 y, al igual que la de la Comunidad, es la más baja de la década. En la capital cántabra, el total de infracciones penales descendió un 18,3% el pasado año.
Mientras, en Torrelavega la tasa de criminalidad se situó en 31,6, 2,2 puntos por debajo de la del año anterior, y las infracciones penales conocidas descendieron un 6,6%.
En el caso de Camargo, la tasa de criminalidad fue de 35,3 infracciones penales por cada 1.000 habitantes y el descenso de los delitos conocidos fue del 19,7%.
Finalmente, en Castro Urdiales se cerró el año con una tasa de criminalidad del 42,7 y es el único de los cuatro municipios cántabros con más de 30.000 habitantes en el que no descendieron las infracciones penales conocidas, ya que aumentaron en un 7,6%.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, que ha analizado estos datos en una reunión con el jefe superior de Policía, Héctor Moreno, y el coronel jefe de la Guardia Civil, Luis del Castillo, ha destacado que estos datos son “buenos” y ponen una vez más en evidencia que “vivimos en una de las comunidades autónomas más seguras de España, entre otras cosas, gracias al esfuerzo y al trabajo incansable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.