La COVID-19 se ha cobrado cinco nuevas víctimas mortales en Cantabria. Así lo ha dado a conocer este lunes la Consejería de Sanidad, detallando que cuatro de ellas corresponden este domingo y la quinta restante al 4 de enero. Se trata entonces de cuatro varones de 89, 91, 92 y 78 años, y de una mujer de 68, que hacen a la comunidad alcanzar los 450 fallecidos por coronavirus desde el inicio de la crisis sanitaria.
Por otra parte, la situación de la tercera ola en la región no mejora. Cantabria ha detectado este domingo otros 97 positivos, un descenso importante respecto a los contagios registrados en las últimas semanas, pero los casos activos siguen al alza y ya superan los 3.000 (3.048). De ellos, 204 están hospitalizados, de los cuales 33 están en las Unidades de Cuidados Intensivos. En este sentido, la presión hospitalaria se mantiene elevada, con un 13.8% de ocupación, aunque la de las UCI es aún más preocupante, ya que supera el 30% (30.3%).
La distribución por hospitales desprende que 144 pacientes se encuentran en Valdecilla, 32 en Sierrallana, 26 en Laredo, y dos en Tres Mares. El resto de personas de Cantabria contagiadas están pasando la enfermedad en cuarentena domiciliaria, un total de 2.844.
Además, la incidencia acumulada a 14 días en la región sigue alta, pero por debajo de la media española. Y es que aún no ha superado los 400 casos por cada 100.000 habitantes, ya que a día de hoy se sitúa en 395, tres puntos por debajo de hace 24 horas. Por último, la comunidad a realizado hasta la fecha un total de 297.717 test de detección del virus, lo que se traduce en 68.419 pruebas por cada 100.000 personas.