A pesar de que la tendencia sigue siendo positiva, parece que Cantabria -por el momento- no se librará de jornadas negras. Este viernes podría ser un ejemplo de ello, ya que la Consejería de Sanidad ha notificado cuatro muertes más por coronavirus que, además, se corresponden con personas especialmente jóvenes y es que por un lado, han fallecido dos mujeres de 62 y 78 años, y por el otro, dos hombres de 52 y 73 años. Estos decesos elevan los fallecimientos en la comunidad hasta los 304 desde el inicio de la pandemia.
En lo que respecta a las buenas noticias, 19 personas han abandonado el hospital, por lo que en este momento Cantabria tiene 165 hospitalizados y una ocupación en estos centros del 11,3%. Las Unidades de Cuidados Intensivos también se han comenzando a liberar y en esta jornada cuentan con 28 personas ingresadas, es decir, 28 enfermos críticos y una ocupación del 25,7%. Esto, sumado a las altas de los infectados en cuarentena domiciliaria, ha concluido con 72 curados más que el día anterior, y ya van 11.589 recuperados.
Además, este viernes los nuevos contagios no han alcanzado el centenar y se han mantenido en 99, 20 menos que los registrados el jueves. Este dato, sumado al del descenso de la presión hospitalaria, parece indicar que Cantabria ha comenzado oficialmente con a doblegar la curva. Esto se puede comprobar comparando la incidencia acumulada a 14 días de este viernes respecto a la del viernes pasado. Y mientras este día presenta 400, hace una semana llegaba a los 522.
No obstante, cabe recordar que por el momento hay 4.173 casos activos, de los que 4.008 contagiados aún se encuentran en cuarentena domiciliaria.
Asimismo, se han realizado un total de 290.432 test, lo que eleva las pruebas realizadas hasta las 49.936 por cada 100.000 habitantes. La positividad, por tanto, baja hasta el 9,6%.