La empresa familiar tiene en Cantabria un mayor peso que a nivel nacional, al suponer el 92% del total de compañías de la región (en el conjunto de España es el 89%); aporta más al Valor Añadido Bruto --el 61,8% frente al 57,1% de media en el país--, genera más empleo --el 82,5% en la región contra el 66,7% en España-- y tiene como “gran desafío” para los próximos años crecer “un poco más” para ser más competitiva y poder internacionalizarse.
Estos son algunos de los datos que revela el estudio 'La empresa familiar en Cantabria (2004-2013), elaborado por la Cátedra Santander de Empresa Familiar de la Universidad de Cantabria, que se ha presentado este miércoles y que, aunque sitúa a este tipo de empresa como “la verdadera columna vertebral de la economía regional”, advierte también de que son más pequeñas así como menos productivas y rentables.
En su exposición, la directora de la Cátedra y editora del informe, María Concepción López, que ha subrayado que las empresas familiares son “mayoritarias” en “prácticamente todos los sectores” en Cantabria --salvo en el de los suministros, la información y comunicación y las sociedades profesionales y administrativas-- y en casi todos los tamaños --son el 93% de las pequeñas; el 80 de las medianas y el 47% de las grandes--.
Como otro dato que se resalta de las empresas familiares, se apunta a que “son más intensivas en empleo” ya que generan más puestos de trabajo por millón facturado que las no familiares y, además, “moderan en la medida de lo posible los ajustes en esa variable”.
Por ello, en este estudio se concluye que “casi cualquier política, sectorial o no, debería tener en cuenta las características y particularidades de las empresas familiares para ser efectiva”, así como el papel y peso que tienen.
Además, las conclusiones del informe revelan que, en sectores como el de la manufactura o la construcción, las empresas familiares han resistido “mejor” la crisis.
En el lado opuesto, se sitúan las del sector del comercio y servicios, a las que, según la editora del informe, les está costando más “coger dinamismo”.
Y ya sobre los datos menos positivos para este tipo de compañías que muestra este estudio, se señala que la diferencia entre la facturación de la empresa familiar de la que no lo es “se está agrandando en los últimos años” y está siendo “especialmente acusado para las empresas medianas y de servicios”.
También se señalan los “fuertes descensos de rentabilidad económica y financiera” y el hecho de que las empresas familiares son menos inversoras que las no familiares al ser “más prudentes” a la hora de endeudarse.
La Cátedra Santander de Empresa Familiar de la UC se creó en 2008 por iniciativa del Instituto de Empresa Familiar y la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar (ACEFAM) en colaboración con el Banco Santander, e integrada dentro de la red de Cátedras de Empresa Familiar.
La presentación ha estado presidida por la vicerrectora de Coordinación de Acciones Estratégicas de la Universidad de Cantabria, Marta Pascual; el presidente de ACEFAM (Asociación Cántabra de Empresa Familiar), Manuel Huerta, y el subdirector general de Banco Santander y director de la territorial Cantabria, Carlos Hazas.
Huerta ha opinado, en la misma línea que también lo ha hecho la directora de la Cátedra, que la empresa familiar merece “el cuidado” tanto del sector público como privado a la vista del peso que, según el informe tiene, en la economía y el empleo de la comunidad autónoma.
Por su parte, Hazas ha subrayado la ayuda que puede suponer para las empresas, y también para las entidades bancarias que pueden financiarlas, contar con estos datos a la hora de tomar decisiones.