La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha calificado de “sorprendente, lamentable e injustificada” la oleada de incendios forestales registrados en los últimos días en la comunidad autónoma, que ha atribuido a “actuaciones esporádicas de personas que no respetan las normas”, y ha explicado que está a la espera de recibir los informes de la Administración para actuar.
En declaraciones a Europa Press, la fiscal de Medio Ambiente, Pilar Santamaría, ha señalado que se departamento “ha tomado conocimiento” de los hechos y está en “contacto telefónico” con los departamentos encargados de gestionar la extinción de los incendios y la alerta, pero “no va a actuar de oficio” hasta que no se reciba un informe detallado sobre la extensión afectada, los puntos de inicio, las causas o la posible autoría, entre otros aspectos.
“Se va a hacer todo lo posible por esclarecer y aclarar lo ocurrido”, ha recalcado, pero hasta que no se elabore un informe detallado, “no se puede hacer más que tomar conocimiento y seguir en la distancia la actuación de la Administración”, ha explicado la fiscal, quien ha señalado que hasta ahora “lo más importante” ha sido la gestión de la extinción y control de la situación.
Santamaría ha “lamentado profundamente” y mostrado su “sorpresa” ante la oleada de incendios, porque “ni es la época habitual ni se había dado nunca con tal profusión”.
Por otro lado, ha destacado la “estrecha colaboración” con la Administración y, en ese sentido, ha explicado que precisamente una semana antes de los incendios, la Fiscalía había mantenido una reunión con la Dirección General de Medio Natural para “establecer una serie de protocolos más concretos de actuación”. No obstante, ha afirmado que la respuesta penal y administrativa ante los incendios forestales “es proporcionada y adecuada”.
“Intereses ganaderos”
Por su parte, el secretario del Colegio de Ingenieros Forestales, Raúl de la Calle, apunta a “intereses ganaderos” en los incendios que han afectado al norte de España en las últimas semanas, aunque ha reconocido que este tipo de fuegos suelen ser más habituales en los meses de febrero y marzo. A su juicio, la intención de este colectivo es ganar terreno al matorral y a las masas arbóreas para conseguir más zona de pasto para los animales.
Sin embargo hay un dato que no cuadra a los ingenieros, y es que “la base de la cornisa cantábrica tiene un mayor riesgo de incendios de este tipo en febrero y marzo”, ya que se apura para que ese pasto tierno que buscan para sus animales debe crecer en la primavera. Es decir, estos incendios “se han adelantado” a la época habitual de riesgo.
“En diciembre nunca habíamos visto estos incendios”, ha señalado el secretario del Colegio de Ingenieros Forestales. En este sentido, ha explicado que “los medios” para luchar contra los incendios “siempre están ahí”, pero ha reconocido que este adelanto de los sucesos les ha cogido “por sorpresa”.
Sobre el daño provocado por los incendios, ha recordado que “cualquier fuego hace un daño grave a la biodiversidad” de la zona, así como la catástrofe que supone tanto social como económica. “Lo peor no llega cuando ya se ha extinguido, sino después, cuando empieza a repercutir en la gente que vive del monte”, ha apuntado.
Además, ha señalado que es “imprescindible” un compromiso social y político para terminar con estos actos, además de una “gestión planificada y un presupuesto sostenible en el tiempo”, sobre todo de cara a estos sucesos que “tienen detrás una causa humana”.
Víctimas de los fuegos
Como respuesta, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha lamentado este miércoles que se esté “criminalizando injustamente” a los ganaderos por la oleada de incendios que asola estos días los montes cántabros. Según esta organización, el surgimiento de focos es achacable a “múltiples factores” destacando especialmente la meteorología y la sequedad del monte.
De forma paralela, UPA reclama al Ministerio de Agricultura la convocatoria de una Mesa de los Incendios con todos los sectores y territorios implicados. “Los ganaderos y las personas que vivimos y trabajamos en el medio rural somos las mayores víctimas de los incendios, ya que no sólo causan daño ecológico, sino que destruyen puestos de trabajo y trae pobreza a los pueblos”, según han señalado en una nota de prensa.
Asimismo desde esta organización han lamentado que “algunas voces estén criminalizando a los ganaderos como responsables de los incendios, debido a que esto es una acusación gravísima y que culpabiliza a todo un colectivo que básicamente es víctima de los fuegos”.