Arqueólogos que trabajan en la calle Los Azogues de Santander, junto a la Catedral, han hallado restos de una necrópolis medieval y de una iglesia románica que podrían evidenciar que el origen de la ciudad fue antes de lo que se pensaba hasta ahora. Estos restos se han encontrado dentro del proyecto arqueológico de Los Azogues --la calle más antigua de la ciudad-- que se están llevando a cabo antes de que se proceda a la remodelación y pavimentación de la calle.
Los trabajos de este proyecto arqueológico, que arrancaron en agosto y dan continuidad a la exploración arqueológica que se inició con motivo de las obras en la esquina noreste de La Catedral, han sido visitados este martes por la alcaldesa de Santander, Gema Igual; el concejal de Fomento, César Díaz, y el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, a quienes los arqueólogos y la paleontóloga encargados de ello les han mostrado algunos de los vestigios encontrados hasta ahora.
Los arqueólogos Lino Mantecón y Javier Marcos, que se están encargando de estos trabajos, han explicado que la necrópolis encontrada tiene una extensión de varios siglos de funcionamiento y resulta “muy complicada de excavar”. En los niveles más profundos de este cementerio en los que por ahora se están trabajando, a diferencia de otros hallados en capas superiores, evidencian que los enterrados allí ya no son ciudadanos “del común” sino de un estrato social “alto” a la vista de algunos elementos que portaban y que se han encontrado, como un anillo de plata, que pudiera ser del románico, o un colgante con una moneda.
Estos restos, cuya datación se estudiará, estarían asociados, según han explicado los investigadores, con los vestigios de la cabecera románica de la iglesia que se ha encontrado, y que se piensa que podría corresponder con la Abadía de los Cuerpos Santos. Hasta ahora, se pensaba que era gótica, si bien con los trabajos que se están realizando ahora, se ha visto que podrían ser románicos por la forma de armar, por el tipo de sillería o por el mortero utilizado.
Estos trabajos en Los Azogues cuentan con asistencia de una antropóloga, Silvia Carnicero. Gracias a la financiación con la que se cuenta para realizar estos trabajos, “nunca vistos hasta ahora”, según ha explicado, se podrá realizar, además de un estudio físico para saber cómo eran estos 'santanderinos' medievales en cuanto a altura o apariencia, estudios genéticos y se analizará cómo era su dieta, si existían diferencias sociales, qué tipo de población integraba la villa y si, en ella, hay elementos exógenos dado que estaba situada en medio del Camino de Santiago de la Costa.
Está previsto la reconstrucción facial de un individuo para poder ver “cómo sería uno de los primeros santanderinos que se conocen”. Se prevé que los trabajos arqueológicos de campo duren 4 meses y, tras ellos, se llevará a cabo la remodelación de la calle. En función de lo que se encuentre, se decidirán qué elementos de los hallazgos se ponen en valor y se mostrarán, algo que dependerá de la calidad y su conservación de los mismos.
En seis meses la calle será “transitable”
La alcaldesa ha recordado que, dentro del trabajo que ejecutará Rucecan, se incluya la construcción una ventana longitudinal que permita disfrutar de la riqueza de los vestigios encontrados. Además, esta actuación, con un plazo de ejecución de seis meses, permitirá hacer la calle “transitable”, a través de una reproducción de adoquines de la época.
Igual ha señalado que esta actuación forma parte del Plan Director de la Catedral para poner en valor todo el conjunto catedralicio y la recuperación del patrimonio. Posteriormente, los arqueólogos continuarán su trabajo en el laboratorio para estudiar materiales, realizar planos y otros estudios.
Los arqueólogos se han mostrado “sorprendidos” por los hallazgos que se están encontrando. “Encontrar en pleno siglo XXI una iglesia románica sí que es un sorpresón”, han reconocido los arqueólogos, que han señalado que estos vestigios dotan a la Catedral de “mayores valores culturales” que los que se sabía hasta ahora y que “son muchos”. “Es una gran desconocida”, han indicado. La alcaldesa ha calificado como “joyas” los vestigios que se están encontrando y los arqueólogos han señalado que pueden suponer un “hito bastante importante” para la arqueología medieval de Cantabria.
Por su parte, el obispo de Santander ha indicado que estos trabajos parecer “corroborar” que la ciudad de Santander nació “antes de lo que se pensaba” y que su origen podría situarse en torno al siglo X. Sánchez Monge se ha felicitado de que esta colaboración entre el Ayuntamiento de Santander y el Obispado esté permitiendo llevar a cabo trabajos que, de forma individual, no hubieran podido realizarse y que servirán para “el enriquecimiento de todos” y ayudarán a determinar con más exactitud cuándo nació Santander.