El impacto de la pandemia está empezando a contenerse en Cantabria. Así lo confirman los datos diarios de contagios y la situación hospitalaria, que difiere de la que ha habido en las últimas semanas. En este sentido, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander ha reactivado los quirófanos que tuvo que suspender hacer una semana y ha destinado las camas UCI habilitadas específicamente para pacientes con COVID a enfermos con otras patologías.
Así lo ha dado a conocer este lunes el director del centro hospitalario, Rafael Tejido, quien ha confirmado que la tercera ola “afortunadamente está en descenso” en Cantabria y que la variante británica “no ha influido especialmente ni en la hospitalización ni en la tasa de incidencia”. Pese a ello, Tejido ha pedido “seguir siendo prudentes, tomando las mismas medidas y no bajar la prevención”.
Tejido ha anunciado que Valdecilla ha recuperado la séptima planta del edificio 2 de Noviembre y la nueva Unidad de Cuidados Intensivos del Pabellón 17 para pacientes no COVID, como consecuencia de la menor presión hospitalaria que se ha registrado en los últimos días, coincidiendo con la menor tasa de incidencia de la comunidad.
En este sentido, esta buena evolución ha permitido “devolver” al Servicio de Medicina Interna no COVID la planta 7ª del edificio citado anteriormente, además de utilizar las UCI del pabellón inaugurado para enfermos con coronavirus para pacientes neurocríticos. Esto 'desahoga' a toda la UCI, dado que esos pacientes han estado ingresados en Cardiología Críticos, según el director de este hospital.
En concreto, en el área de hospitalización COVID, los nuevos ingresos han descendido mucho en la última semana, totalizando 43, frente a los 98 de la semana anterior. Ahora hay 85 hospitalizados en las plantas COVID, que disponen de 130 camas en total en este momento. En Cuidados Intensivos los nuevos ingresos también descendieron notablemente en la última semana, siendo 15, frente a los 24 de la semana anterior. Actualmente hay 32 pacientes COVID en Cuidados Intensivos y el total de camas disponibles en las UCI COVID es de 44.
“El hospital tiene que ser flexible y adaptar los espacios a la demanda existente. En este caso teníamos mucha presión de paciente critico no COVID y hemos destinado el pabellón 17 recientemente abierto a pacientes con patologías graves no COVID”, ha explicado el director del centro.
Tejido ha destacado el “alto impacto” de la pandemia en el hospital el pasado mes de enero, igual que ocurrió en noviembre o en marzo. “En enero hemos tenido prácticamente cien pacientes nuevos que teníamos que ingresar; pero el hospital jamás ha estado saturado, siempre hemos tenido capacidad de respuesta para que todo paciente que lo necesitara tuviera inmediatamente una sala donde asistirle en urgencias o una cama de hospitalización y si era necesario en UCI”, ha destacado.
Quirófanos
Además, el Hospital prevé reactivar los quirófanos que había cerrado temporalmente para hacer frente al pico de esta ola de la pandemia. En este sentido, Tejido ha recordado que fue necesario cerrar quirófanos, sobre todo las cirugías que requerían hospitalización, por la presión hospitalaria que ha obligado a destinar 200 camas de hospitalización a pacientes COVID.
El descenso de la tercera ola permitirá a Valdecilla recuperar espacios e intervenciones quirúrgicas suspendidas, y ahora se potenciarán más las cirugías de hospitalización frente a la cirugía ambulatoria.
En cuanto a las nuevas variantes del virus, como la británica, Tejido ha apelado a seguir siendo prudentes. “Las cifras de la comunidad son buenas, eso se nota en cuanto al impacto en el hospital, pero todavía tenemos una tasa de incidencia de 300 casos por 100.000 habitantes cada 14 días y seguimos teniendo más de 120 pacientes ingresados”, ha indicado.
El director de Valdecilla ha reconocido que la presencia de la variante británica “nos ha influido para estar un poco mas prudentes incluso en las medidas”. Y ha dicho que “la buena noticia” es que en Cantabria, aunque hay una presencia “importante” de la misma -entre el 40% y el 44% de los estudios analizados-, “no parece que haya influido especialmente ni en la hospitalización ni en la tasa de incidencia de la comunidad”.