Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

La amenaza de una huelga de médicos sacude a la Sanidad de Cantabria

El Sindicato Médico de Cantabria ha anunciado la convocatoria de una huelga los días 26 y 27 de julio y 16 de septiembre, que será indefinida a partir de octubre, si la Administración no cumple, antes del 15 de julio, los compromisos firmados hace un año. Como medida previa de presión, han anunciado que no colaborarán en la implantación del programa de atención a la cronicidad puesto que nace “sin recursos para asumirlo, ni en ningún otro tipo de programa, proyecto o comisión”.

Se trata del acuerdo al que ha llegado la asamblea de médicos celebrada este pasado martes en su sede colegial, donde se ha puesto de manifiesto que estos profesionales “están hartos del incumplimiento reiterado por parte de la Administración del pacto por la profesión firmado hace un año entre el Gobierno, los Colegios de Médicos y Enfermeras, el Sindicato Médico y el Sindicato de Enfermeras”, según ha trasladado el Sindicato Médico de Cantabria en un comunicado.

El Sindicato ha afirmado que, tras más de dos meses de “múltiples reuniones e intentos de negociación”, aún no dispone de un documento escrito de la Consejería de Sanidad con los compromisos “que dice va a adquirir y que publicita ampliamente en la prensa”. Según el SMC, el único documento que existe es “un compromiso de gestión entre los gerentes del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y de Atención Primaria para un recorte adicional de 60.000 días de trabajo”.

Puntos de desacuerdo

Uno de los puntos de desacuerdo es la carrera profesional, pues, según ha denunciado el colectivo, se sigue negando el acceso a los interinos de larga duración, con lo cual estos profesionales, cuando accedan a la condición de fijos, “nunca podrán tener una carrera profesional completa”. En su opinión, “tal y como la quiere aplicar la actual Administración es claramente inaccesible” en sus últimos grados para los médicos, lo que supone “una clara discriminación” con respecto al resto de trabajadores del SCS.

“A cambio de pagar únicamente el grado II (de los IV que existen) obliga a los profesionales a renunciar a los méritos acumulados durante gran parte de su vida profesional y a años de servicios prestados, lo cual es inasumible. Supone una absoluta falta de respeto y un insulto a los médicos porque es un menosprecio a nuestros esfuerzos y sacrificios en tiempo libre y dinero por ofrecer siempre lo mejor a nuestros pacientes”, han señalado.

Otra cuestión que reclama el SMC se refiere a las sustituciones, que se mantienen “muy por debajo del 80%” que la Administración se había comprometido a alcanzar para finales del 2016 (actualmente entre un 50 y un 60%, dice). Además, ha apuntado que no existe un plan para acabar con la auto cobertura, “principal lacra de la Atención Primaria, ”sólo improvisaciones puntuales de cara al verano, claramente insuficientes además, lo cual sólo supone agendas sobrecargadas y listas de espera“.

En tercer lugar, han asegurado que “la elevadísima tasa de interinidad” no se resolverá con las convocatorias de oferta pública propuestas. Además, han opinado que la “Consejería de Sanidad ha demostrado ser absolutamente incapaz de gestionar las OPEs del Servicio Cántabro de Salud, puesto que sólo ha conseguido convocar y resolver una desde el año 2002, que tardó cinco años en resolver”. Al hilo, han lamentado que este departamento “se ha negado a comprometerse” a resolverlas en un plazo máximo de 18 meses, como se ha exigido desde el Sindicato Médico.

40 pacientes por día

El cuarto punto se refiere a los contratos de larga duración que han sido “un auténtico fraude, aumentando aún más el descontento entre el colectivo de sustitutos”, en opinión de los médicos; y el quinto a que la Administración “se ha negado a negociar” una agenda máxima de pacientes por profesional y día. Actualmente tanto en Atención Primaria como Especializada son habituales agendas de más de 40 pacientes por día, “de país subdesarrollado”, cuando “lo normal” son agendas de 18 a 24 pacientes, según el SMC.

“Es absolutamente falso que se esté trabajando, a fecha de hoy, en agendas de 10 minutos por paciente: la demanda real, con los profesionales actuales, es muy superior y obliga a tiempos de consulta muy inferiores. Querer engañar a la población generando agendas informáticas ideales que son inviables, y a la postre irreales, es evidentemente propagandístico y mezquino. Agendas de 10 minutos sin una dotación presupuestaria adecuada implica menos pacientes atendidos y más lista de espera”, han advertido.

“Los recortes de guardias médicas por motivos estrictamente económicos sin que haya una disminución en el número de pacientes a atender, lo cual va claramente en detrimento de la calidad de la atención y, sobre todo, de la seguridad del paciente”, son otro de sus motivos de queja, como también que “se están inventado nuevas modalidades de guardias que no recoge la normativa, que son claramente ilegales y que sólo se pueden definir como nuevas formas de explotación laboral puesto que sólo se paga entre el 30-50% del precio de una guardia de localización”.

Además, los médicos se han mostrado contrarios a los traslados de servicios, como el de Oftalmología, que se están llevando a cabo “en contra del criterio de los profesionales, ocultando las razones reales de los mismos, que no es otra que la falta de recursos para adecuar los enormes espacios vacíos que existen en la nueva Valdecilla”.

Sorpresa e incomprensión

Como respuesta, la consejera de Sanidad, María Luisa Real, ha manifestado su “sorpresa” ante la convocatoria de huelga para finales de julio, anunciada por el Sindicato Médico, una convocatoria que ha conocido a través de la prensa y que considera “incomprensible e inmerecida”, dado el “contexto de diálogo y negociación” que, según asegura, está presidiendo la relación con las organizaciones sindicales.

Real ha subrayado que, desde el primer momento de asumir responsabilidades en la Consejería con el nuevo Gobierno, hace apenas nueve meses, se ha mantenido una “intensa interlocución” que ha posibilitado “lograr acuerdos de recuperación de derechos y mejoras laborales -algunos hace tiempo reivindicados- que están siendo cumplidos y guían nuestra hoja de ruta”, dice.

Como ejemplos de estos acuerdos señala el levantamiento de la suspensión de la carrera profesional hasta el grado 2, la recuperación de días de libre disposición, el reconocimiento de mayor número de días de vacaciones por antigüedad -“por primera vez para los profesionales de la sanidad”- o la devolución de parte de la paga extra.

Para Real, “todas estas realidades muestran no solo la recuperación de derechos perdidos en la legislatura pasada (jornada, retribuciones, tasas de reposición de efectivos, etc.), sino que también son ejemplo del reconocimiento de otras mejoras que están exigiendo un importante esfuerzo de todo índole: organizativo, negociador, y presupuestario”.

“Esfuerzo”, añade, como el que se está haciendo para mejorar las condiciones del personal eventual de atención primaria, con un nuevo tipo de contrato (“contrato de continuidad”) fruto también del acuerdo con todos los sindicatos de la mesa sectorial.

A lo que añade la ejecución de las convocatorias de empleo público (OPEs), “bloqueadas desde 2012”, con fechas ya programadas para exámenes a finales de junio, la próxima tramitación de las OPEs de la pasada legislatura (2013, 2014 y 2015), o las mejoras en la gestión de las agendas de atención primaria y en el tiempo de atención de pacientes, “medidas que han venido siendo reclamadas por los profesionales desde hace mucho tiempo y ahora, precisamente cuando se empieza a dar respuestas, se responde hablando de huelga”.

“Sinceramente, me parece que la respuesta del Sindicato Médico de Cantabria es incomprensible, e inmerecida, porque deberían ser conscientes de los esfuerzos citados y del diálogo que estamos realizando”, ha declarado la consejera. A su juicio, “no es de recibo anunciar una medida de presión que debe ser un último recurso cuando no quedan otras vías de diálogo. Más en sanidad, donde se tensiona un servicio público dedicado a atender enfermos”, añade.

Real insiste en que “esta vía de diálogo y negociación en Sanidad hoy está abierta y desarrollándose con absoluta normalidad, y con responsabilidad, dentro del contexto legal y presupuestario que hemos de respetar”.

Un contexto, añade, que “sigue teniendo importantes medidas de contención presupuestaria que observar (normativa presupuestaria estatal y autonómica de obligado cumplimiento), porque con ello está en juego la recuperación económica y el mantenimiento de importantes servicios públicos que necesitan los ciudadanos”.

Pese a ello, reitera que “estamos consiguiendo con diálogo y negociación, acuerdos sindicales de mejoras en las condiciones laborales de los profesionales”, por lo que espera “que se recapacite y se comprenda que la utilización de medidas de presión, cuando hay vías de diálogo y negociación abiertas, no es lo más recomendable para trabajar por preservar nuestro sistema sanitario público”.