Miguel Ángel Revilla lo tiene claro: “El peor día de la campaña para el PRC es cuando sale el CIS”. A sus 80 años, el líder regionalista concurre por undécima ocasión consecutiva como cabeza de cartel en las elecciones autonómicas en Cantabria y hay pocas cosas que le sorprendan en la política. Aun con todo, la reiteración de encuestas negativas para su partido en esta larga campaña electoral hasta el 28 de mayo, que hasta ahora pronostican un batacazo tras otro, comienzan a hacer mella en la opinión pública y han puesto en guardia al presidente cántabro y candidato a la reelección, que sabe que en esta cita con las urnas no tiene el viento a favor.
Por su parte, los dirigentes regionalistas y la cúpula del PRC se mueven entre la “incredulidad” y la “indignación” por unos sondeos que pronostican una debacle para la formación política que ganó ampliamente las últimas elecciones en Cantabria, tanto a nivel autonómico como municipal, que cuenta con una gran implantación en el territorio a través del medio centenar de alcaldes del PRC y una presencia muy destacada en el Ejecutivo regional a lo largo de 30 años. Hasta el momento, minimizan la importancia de las encuestas y se muestran confiados del crecimiento que suelen tener en campaña, aunque tratan de movilizar a los suyos con llamadas de ánimo y asumen en privado que las posibilidades de reeditar la victoria de 2019 está cada vez más lejos.
“Es muy lógico un cierto descenso del PRC. Y hay 'marea pepera', como hace cuatro años había una 'resaca pepera'. El PP entonces estaba en decadencia y eso no pasa ahora. Hay un incremento de voto del PP a nivel nacional que se trasladará a todos los lados”, admitió el propio Revilla esta pasada semana, durante la presentación de su programa electoral. Ahí se atrevió con un pronóstico, y aunque puso al PP por delante a estas alturas de campaña, también insistió en que “el PRC está muy cerca”. “Esto no es Estados Unidos, en Cantabria nos conocemos todos y sabemos cómo están pinados los bolos, uno arriba o uno abajo”, aseguró.
Tendencia a la baja
Sin embargo, las malas noticias para los regionalistas han ido estableciendo una tendencia unánime a la baja. Primero fue la encuesta de Simple Lógica para elDiario.es, que situó al PRC en nueve escaños de los 35 que están en juego en el Parlamento de Cantabria. Suponía un descenso considerable, desde los 14 diputados que tienen esta legislatura. Dejaba abierta la posibilidad de un Gobierno tripartito con el PSOE y la coalición Podemos-Izquierda Unida, aunque daba por claro ganador al PP.
En la misma línea se pronunció el CIS hace unos días, aún más crudo con los resultados, porque relegaba al PRC a la tercera posición por detrás de los socialistas y les dejaba en una horquilla de seis o siete escaños. Y el último, el sondeo de GAD3 para ABC y los periódicos regionales de Vocento, que sitúa al PRC en los ocho o nueve parlamentarios y abre la puerta a un pacto del PP con Vox, que rozan la mayoría absoluta, lo que llevaría a la extrema derecha al Gobierno en su horquilla más favorable.
Respecto al CIS, no hay dudas: “Si hay alguien que cree aún en José Félix Tezanos, enhorabuena. Este señor, por alguna razón, me tiene inquina. Creo que ha cocinado la encuesta él personalmente. Llevo muchos años denunciando a este encuestador, que debería ser un ejemplo de imparcialidad. Nos cuesta un dineral y está al servicio de quien le paga. Ha cometido errores de bulto de tal calibre que cualquiera se da cuenta de que es tendencioso”, criticó Revilla tras conocer los resultados. Incluso, fue más allá: “Mis primeras palabras en la noche electoral van a ser para él, para decirle si no le da vergüenza hacer estas cosas con dinero público. Le voy a dedicar la victoria a Tezanos”, bromeó.
Tanto el presidente cántabro como el resto de dirigentes de la cúpula del PRC recuerdan insistentemente algunos casos “flagrantes” de encuestas fallidas en anteriores comicios que les dieron mucha menor representación de la que finalmente obtuvieron. Lo explican por la importancia del voto rural en Cantabria, infrarrepresentado en esos sondeos, y por el tirón de la marca Revilla, mucho más conocido que el resto de candidatos de otras formaciones y que mejora con mucho el resultado de su partido. “No es lo mismo que pregunten si me van a votar a mí a que pregunten por el PRC”, explica gráficamente el líder regionalista.
Lejos de la debacle
“¿Que las encuestas nos perjudican? Claro. ¿Qué he hecho yo? ¿A quién he matado para tener una debacle de este calibre? Esto es muy fácil: esperamos unos días y me ponen la cara colorada el 28 de mayo por la noche si es así, pero ya os adelanto que no va a ocurrir eso”, sostiene Revilla. De momento, no han saltado las alarmas. De puertas para fuera se mantiene el discurso triunfalista. De puertas para adentro todos echan cuentas, multiplican los actos de campaña y hacen cábalas con las posibilidades de pacto, porque la aritmética parlamentaria puede dejar abiertos varios escenarios de gobernabilidad y el día después de las elecciones seguirá todo en juego.
“Estas son las elecciones más importantes de la historia para el PRC y para Revilla. No es lo mismo pilotar su sucesión desde el Gobierno, con todos los resortes del poder, que en la oposición y tras el terremoto interno que supondría un resultado similar al que pronostican algunas encuestas. Sería una debacle para el futuro del partido. Por no hablar del propio legado de Revilla, que está en juego. Poner el punto y final a su carrera política con una derrota sin paliativos y dejar en herencia un bipartito PP-Vox en Cantabria sería una mancha en su biografía”, admiten fuentes internas del PRC, que son conscientes de que la noche electoral puede decantarse por un puñado de votos.