Rosa María Calaf ha protagonizado este jueves un encuentro sobre 'Mujeres y Periodismo', organizado por el Colegio de Periodistas de Cantabria en el Palacio de Festivales, en el que ha tratado sus dos asuntos más preciados: el periodismo y la igualdad. “En la tarea periodística se exige mucho más por el hecho de ser mujer”, en especial “si te mueves en escenarios de conflicto o en la alta política internacional”, asegura la catalana.
La periodista fue una de las primeras redactoras en trabajar en Televisión Española en Barcelona en los años 70, en cuya redacción ni siquiera había baño, así como la primera reportera de calle en Radio Nacional de España en la ciudad condal. De esa época, Calaf alaba la acogida que le proporcionaron sus compañeros, aunque considera que a pesar de ser “un acto de justicia”, en aquel contexto social más bien parecía “un acto de generosidad”.
Al respecto, la catalana ha narrado las numerosas ocasiones en las que algunas personas menospreciaron o desacreditaron su labor como periodista solo por el hecho de ser mujer. “Era vista como una intrusa inaceptable, una anomalía muy molesta o, en los casos más simpáticos, como una extraña criatura”, confiesa, pues en el sector “había rechazo, paternalismo, condescendencia y se te prestaba más atención por ser mujer que una profesional”.
Y a pesar de los años que han pasado desde entonces, la periodista cree que todavía hoy, “cuando hablamos de mujer y periodismo tenemos que seguir hablando de obstáculos, injusticias, esfuerzo, entrega y de una carga invisible que con muchísima frecuencia es desmesurada”. “En la tarea periodística se exige mucho más por el hecho de ser mujer”, en especial “si te mueves en escenarios de conflicto o en la alta política internacional”, subraya.
“Los escollos siguen ahí, lo que pasa es que son más sutiles, están más enmascarados y, por tanto, son más difíciles de detectar y suprimir”, insiste la catalana. Por ello, piensa que “tenemos que defender espacio y exigir respeto profesional porque todavía la estructura es patriarcal”. “Esta innegable feminización de los medios no es sinónimo de igualdad, porque el libre acceso a la universidad no significa que tengas las mismas trabas que un hombre, las mujer tiene más”, remarca Calaf.
No obstante, la periodista resalta la importancia de “dejar atrás el victimismo y la autocompasión” porque lo trascendental “es poner en el debate lo que sucede: la desigualdad”.
Con todo ello, para Calaf el periodismo ha sido una labor que “va más allá de un trabajo”. Es una “forma de vida”. Tal es así, que la periodista se siente “tremendamente afortunada por hacer lo que quería hacer”. “He ido mucho más allá de mis más locos sueños”, reflexiona.
'Mujer y periodismo'
El acto con Rosa María Calaf se enmarca en una serie de ponencias organizadas por el Colegio de Periodistas de Cantabria bajo el lema 'Mujer y periodismo', cuyo primer encuentro tuvo lugar el año pasado coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, con la finalidad de evocar y revindicar la figura femenina en los medios de comunicación.
La primera charla tuvo como protagonistas a Carmen Sollet, Pepa González Haya y Ana Bárcena, tres mujeres pioneras en el periodismo cántabro que se estrenaron en las redacciones de prensa y radio en los años 70.
Estos coloquios se conciben como una cita abierta al público dentro de la filosofía del Colegio de abrirse a la sociedad y dar a conocer el trabajo de los periodistas desde una dimensión más cercana.