Por qué ladran woke, woke, woke

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Donald Trump ha decidido que los programas de inclusión para minorías sobran, que buscar la igualdad de oportunidades para las mujeres va contra la meritocracia, que las personas migrantes son equiparables a delincuentes o terroristas que hay que encerrar o expulsar del país. 

Ha decretado que la diversidad sexual no existe y en dos semanas, el presidente de los Estados Unidos ha deshecho la ley de igualdad de oportunidad de empleo de 1965, que prohibía la discriminación por género, raza o religión; o ha nombrado subdirector de gabinete para políticas de la Casa Blanca al ultraconservador Stephen Miller, entre otras muchas medidas. La cruzada de Trump contra la diversidad está teniendo repercusiones inmediatas y las grandes compañías le están dando su apoyo sin fisuras, retrocediendo en los pocos pasos que se habían dado por la igualdad. 

Lo vemos en Trump, pero también en Milei, en Abascal, en Bolsonaro o Meloni y en todo el mundo.  Hay una ola reaccionaria de las ultraderechas en todo el globo que le han declarado la guerra a cualquiera que no sea hombre, blanco, hetero, rico; bajo el mantra de que los ricos, blancos, hombres heteros son los únicos capaces de salvarnos de la ‘malvada agenda woke’.

Aquí puedes ver la tertulia completa en vídeo:

Por eso, en Carne Cruda, hablamos de la ofensiva ultra contra la diversidad y de cómo combatirla y analizamos qué les mueve, contra qué se mueven y con qué consecuencias. Y lo hacemos en una tertulia de lujo junto a Ana Requena, jefa de género de nuestro medio asociado, eldiario.es, autora de los ensayos “Intensas” y “Feminismo Vibrante”; Samantha Hudson, performer, transformista y activista LGBTQ+; Alicia Valdés, politóloga y doctora en Humanidades, autora de “Política del malestar”; y Paula Guerra, comunicadora social, activista antirracista y feminista, coordinadora de Algorace, colectivo que investiga el rol de la IA en el refuerzo del racismo y el colonialismo.