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Casi 300 apicultores y agricultores se integran en Tierras Apícolas, la plataforma que facilita polinización

La iniciativa Tierras apícolas (tierrasapicolas.com), una plataforma online que facilita el contacto entre propietarios de tierras, agricultores y apicultores, con el fin de propiciar el arrendamiento de terrenos o el alquiler de colmenas para servicios de polinización, reúne ya a casi 300 apicultores, propietarios de fincas y agricultores de toda España.

Este proyecto, impulsado por el apicultor y activista medioambiental Santiago Cuerda, nació hace unos meses para contribuir a dar impulso a la digitalización de un sector envejecido, que se ha de renovar facilitando vías de cooperación entre propietarios de tierras y productores agrarios con apicultores de toda España, mediante el arrendamiento de fincas de monte para la instalación de colmenares y el alquiler de colmenas para servicios de polinización de cultivos.

Según ha señalado la plataforma, Tierras apícolas también habilita vías de colaboración y negocio entre los propios apicultores, con la compraventa de enjambres, colmenas y reinas; la compraventa de maquinaria y herramientas apícolas de segunda mano; la compraventa de miel, polen y otros productos de la colmena, a granel; la difusión de cursos de formación y actividades de apiturismo para grupos; la difusión de oferta y demanda de empleo apícola, etc.

Además, Tierrascompartida destaca también la necesidad de estas iniciativas en un momento de crisis del sector de la apicultura asolado por “las importaciones récord de mieles baratas y de mala calidad –principalmente chinas, a través de terceros países-, un etiquetado fraudulento, que no permite conocer la trazabilidad y la procedencia al consumidor final (ni el porcentaje de mieles, ya que suelen ser mezclas); la varroa y otras enfermedades de las abejas, que acarrean pérdidas de hasta un 30% -y, a veces, más- de las colmenas, cada año; la considerable merma de las producciones –hasta un 50%- por la sequía asociada al cambio climático; la pérdida de biodiversidad floral y el uso indiscriminado de agroquímicos; el impacto de especies invasoras; el incremento de costes de producción y los combustibles; la congelación de exportaciones, especialmente a Alemania, que, junto con el mercado inundado de mieles baratas y de ínfima calidad, hace que, en algunas zonas, hasta el 90% de mieles nacionales esté sin vender”.

La plataforma también destaca que “si bien el impacto económico del mercado de la miel en España es de algo más de 60 millones de euros, en cifras oficiales, la contribución de la polinización de las colmenas a la agricultura, en nuestro país, se cuantifica en 2400 millones de euros anuales, según el informe de Greenpeace Alimentos bajo amenaza”. Todo ello significa que no solo está en riesgo “la preservación de las abejas y de la miel, como un tesoro alimenticio que conocemos desde hace más de 10.000 años en estas tierras, sino nuestra propia soberanía alimentaria e innumerables producciones de frutas, hortalizas y frutos secos, que dependen de la polinización de los insectos, cuyas poblaciones silvestres hemos perdido ya en un 40%”.