ASAJA Castilla-La Mancha ha denunciado que, pese a que llevan veinte años pidiendo soluciones para terminar con los daños de los conejos en la agricultura, las diferentes Administraciones no acaban de cumplir los compromisos que han adquirido con los agricultores para terminar con esta plaga que causa importantes daños a la agricultura.
Por eso, la organización agraria ha solicitado reuniones a los directores generales de Carreteras, autonómicas y nacionales, así como a los responsables de ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), recordándoles que en 2018 se comprometían a poner medidas que ASAJA CLM ha calificado de insuficientes o inexistentes.
Por un lado, según ha señalado la organización, en las reuniones que ASAJA mantuvo con ADIF aseguraron que iban a efectuar trabajos de descaste y a proteger las vías con mallas anti-conejos. Sin embargo, los agricultores se quejan de que hay muchas zonas en las que no se ha trabajado, permitiendo así que los conejos campen a sus anchas y aumentando las pérdidas en las explotaciones agrarias.
Ese mismo año, el Ministerio de Fomento reiteraba su compromiso con ASAJA y mostraba su intención de suscribir un convenio con las consejerías competentes para coordinar acciones conjuntas en carreteras, destinadas a mitigar los daños producidos por los conejos. Pero los agricultores aseguran que en los taludes de las carreteras sigue habiendo sobrepoblación.
En cuanto al Gobierno de Castilla-La Mancha, en la primavera de este año, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, anunciaba el desarrollo del nuevo ‘Plan de Acción contra los daños por sobreabundancia del conejo de monte’ y sobre el que ASAJA CLM presentó sus alegaciones.
Pero, señalan que a fecha de hoy, todavía no se ha puesto en marcha el Plan de Acción, por lo que la organización agraria también le ha dirigido un escrito al consejero de Desarrollo Sostenible para interesarse por el estado del mismo.
Según los datos de ASAJA, la proliferación de la especie ha continuado y ha empeorado aún más la situación, fundamentalmente por la inacción en zonas baldías que no están integradas en algún coto de caza o en zonas de titularidad pública. Ha explicado que de poco sirve que se controle la población de conejos en cotos y en las parcelas de los agricultores si después no se toman medidas en puntos aledaños donde no está permitida su captura por ser terreno público, tales como carreteras, vías de ferrocarril, pantanos o riberas de ríos y arroyos, entre otros.
ASAJA ha asegurado que el problema persiste y se traduce en cuantiosas pérdidas económicas para los agricultores. “Ya son cientos de millones de euros en daños, no sólo en los cultivos, sino también en infraestructuras de regadío y en cables eléctricos que han sido perforados”, ha puntualizado la organización.