ASAJA Castilla-La Mancha defenderá en el Consejo del Agua prevista para el próximo lunes su posición sobre el actual ciclo de planificación hidrológica 2021-2027, al anteproyecto de Ley del Agua de Castilla-La Mancha y a la aplicación de los Fondos de Recuperación y Resiliencia al sector del agua en la región.
La postura de la organización regional se ha fijado en el curso de una reunión en la que se ha han planteado que la sociedad debe conocer las consecuencias que tiene la aplicación de políticas medioambientalistas basadas en los recortes de agua para la agricultura, “castigando a los que han hecho un esfuerzo en el ahorro del uso del agua y quitando oportunidades al desarrollo de la región”, ha señalado.
Actuaciones en todas la cuencas
Desde la organización se ha acordado, por tanto, que en su hoja de ruta estará la defensa de los regantes que hacen un uso responsable del agua, pero también de los agricultores de secano que quieren tener las mismas posibilidades de riqueza a través de la transformación de sus tierras en regadíos y de los jóvenes que quieren incorporarse a la agricultura con garantías de rentabilidad.
En este sentido, ha planteado actuaciones en torno a las siete cuencas hidrográficas de la región y ha pedido una planificación hidrológica en todas ellas adaptada a la realidad del momento y con garantías para el futuro del campo de la región.
En relación a las nuevas asignaciones de recursos incluidas en los planes de cuenca, la organización ha explicado que no pueden basarse en referencias de 1985 porque supone una limitación de la dotaciones y mayores condicionantes en el uso del agua. Se deben cuantificar los recursos disponibles y adaptar su disponibilidad.
La planificación debe contemplar el futuro, dando respuesta a qué ocurrirá con las concesiones de agua cuando en 2035 finalicen las aprobadas en 1985 y definiendo proyectos de creación de regadíos, permitiendo así la diversidad de cultivos o el desarrollo de los leñosos.
Infraestructuras para conectar zonas
Para ello, la organización agraria ha insistido en la creación de infraestructuras hidráulicas en Castilla-La Mancha que permitan comunicar el agua de zonas excedentarias a otras deficitarias. Con ello y una gestión eficaz del agua, se conseguiría que todos tuvieran acceso a este recurso, al igual que se invierte en vías de alta velocidad, carreteras o telecomunicaciones.
Por otro lado, sobre el acuerdo entre la Consejería de Agricultura de la Comunidad Valenciana y la Acequia Real del Júcar para derivar a la Albufera en torno a 100 hm3 procedentes del ahorro de agua por la modernización de regadíos, los miembros de la organización agraria han mostrado su oposición, al considerar que se trata de un caudal que compromete la finalización de la Sustitución de Bombeos en el Acuífero de La Mancha Oriental, actuación que cuenta con la declaración de Interés General y que fue incorporada al Plan Hidrológico Nacional de 2001.
En cuanto a los aspectos administrativos, ASAJA ha exigido el cumplimiento de los plazos en la resolución de expedientes por parte de las Confederaciones o considerar el silencio administrativo como positivo. No se puede sancionar y criminalizar a los agricultores que llevan seis años esperando regularizar sus expedientes tramitados adecuadamente.
Igualmente, ha solicitado que la concesión de riego que tiene un titular pueda utilizarla en el conjunto de su explotación agraria en función de su planificación agraria, y no como hasta ahora, que el agricultor no puede decidir qué cultivo regar dentro de su propia parcela.
La organización agraria también se ha opuesto al anteproyecto de Ley del Agua de Castilla-La Mancha por considerar que tiene un afán exclusivamente recaudatorio, sin considerar como finalistas de esos fondos la creación de infraestructuras, ordenación y/o regulación de regadíos.
Por último, en cuanto a la aplicación de los Fondos de Recuperación y Resiliencia al sector del agua en Castilla-La Mancha, ASAJA ha acordado presentar propuestas de las cinco provincias para la modernización, la transformación y la creación de nuevos regadíos.