Un año mejor porque ha acompañado la climatología lo que ha traído mejores cosechas y “con importantes logros legislativos”. Este es el balance que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha hecho del año que termina. También pone deberes a los políticos para el 2025, aprobar la Ley de Agricultura Familiar en 2025.
Así señala que, tras la debacle meteorológica del año pasado, 2024 ha sido, en general, y sin olvidar los dramáticos efectos de la dana del 29 de octubre, más benévolo con las necesidades de las explotaciones agrícolas y ganaderas. La gran mayoría de los productores han obtenido buenas cosechas, que se han visto acompañadas además de precios razonables, con excepción de cereales y viñedo.
A pesar de ello, el balance del año 2024 ha seguido marcado por los efectos del cambio climático, que su peor cara en el arco mediterráneo, más en concreto en la Comunidad Valenciana, pero que también ha afectado a Castilla La Mancha. El clima está sufriendo importantes cambios que afectan de manera fundamental a la producción agrícola y ganadera, con un aumento importante de los riesgos asociados a sequías, pedriscos o heladas tardías entre otros. En 2024 también se han acentuado los riesgos asociados a enfermedades ganaderas como la EHE (Enfermedad Hemorrágica Epizótica) o la lengua azul, cuyo desarrollo y presencia no sigue patrones lógicos apareciendo en épocas y territorios en los que antes no aparecía.
UPA recuerda que el cambio climático ha mostrado un rostro diferente al del año pasado, pero ha seguido condicionando la realidad del sector: pasando de una sequía muy intensa y extensa que afectó a la práctica totalidad de la geografía de España a unas lluvias torrenciales y granizos devastadores, que han coincidido con zonas del este de España, entre ellas zonas de Albacete y Cuenca. con falta de agua que condicionó el devenir de las cosechas.
Movilización, negociación y acuerdos
2024 “pasará a la historia como un año convulso en el que los agricultores y ganaderos realizamos unas de las movilizaciones más destacadas de las últimas décadas”, señala la organización. “Y gracias al trabajo realizado por UPA durante las movilizaciones y la posterior negociación, el sector agrario en su conjunto se ha beneficiado de los resultados del Acuerdo de 43 Medidas de apoyo al campo, firmado por la organización con el Ministerio de Agricultura en el mes de abril, al que se sumó también Unión de Uniones. Un acuerdo histórico, tanto por la importancia de las medidas obtenidas, como por la gran cantidad de ámbitos que abarca dicho acuerdo”, recuerda.
El Acuerdo con Agricultura “es un logro importantísimo, del que algunas organizaciones se descolgaron sin aclarar los motivos, y cuyas medidas hoy muchos aplauden sin rubor. En UPA tenemos claro que la estrategia adecuada para resolver los problemas de los agricultores y ganaderos es reivindicar, movilizarse, negociar y alcanzar acuerdos. Es lo que hemos hecho en nuestros cuarenta años de vida y es lo que seguiremos haciendo en el futuro”, apunta.
Las movilizaciones en España comenzaron tras unas primeras movilizaciones en otros países europeos donde la principal reivindicación era el mantenimiento del gasóleo profesional. A partir de este momento, se ampliaron las demandas del sector haciendo hincapié en aspectos como la simplificación de la PAC, la mejora de la financiación o la reducción de la burocracia.
Tras un inicio convulso en la aplicación del nuevo modelo de la PAC en el año 2023, “el acuerdo alcanzado por UPA con el Ministerio de Agricultura supone una total simplificación de los requisitos que establecía la PAC tanto en la condicionalidad reforzada como en los ecorregímenes, algunos más allá de las peticiones iniciales del propio sector, y que hasta ese momento eran intocables para la Comisión Europea”, ha recordado la organización agraria.
Entre las medidas para simplificar los trámites ha destacado poder mover los rastrojos después de cosechar; no tener que dejar barbecho, muy importante para los regadíos; poder aplicar estiércoles y fitosanitarios y realizar labores en los barbechos en cualquier época del año; el agricultor de maíz podrá seguir sembrando maíz como hasta el año pasado; eara cobrar el ecorrégimen de rotación ya no se nos va a limitar la superficie de barbecho; no se ha eliminado el uso de las leguminosas en el ecorrégimen de rotación, pero se ha dejado en el 2,5%; vamos a poder realizar el no cosechado de leguminosas (esparceta de 5 años, por ejemplo) para cobrar el ecorrégimen de espacios de biodiversidad;nNo va a ser obligatorio el cuaderno de campo; el plan de abonado se retrasa un año; no hay que hacer por obligación fotos georreferenciadas; y se flexibilizan las condiciones del ecorrégimen de pastoreo y de siega sostenible.
Ley de Cadena Alimentaria
Sobre los precios, desde UPA han destacado que la estrategia de movilización, negociación y acuerdo llevada a cabo desde su organización ha tenido una influencia decisiva en la mejora de los precios percibidos por los productores: “Los agricultores y ganaderos españoles disponen hoy de una Ley de Cadena Alimentaria reforzada que les protege de abusadores y especuladores, que a pesar de ello siguen tratando de manipular los precios, como está ocurriendo con el aceite de oliva en las últimas semanas”
En este año la mayoría de los agricultores y ganaderos “han mejorado los precios percibidos, con la excepción de los sectores del cereal, en cuyos precios el mercado internacional tiene un efecto decisivo, y el viñedo, que atraviesa una importante crisis de mercado”, ha señalado.
“El papel de la AICA es fundamental para resolver uno de los mayores problemas que sufrimos los agricultores y ganaderos desde hace años: la falta de precios justos para nuestros productos. Sin rentabilidad se frenan nuestras posibilidades de desarrollo, se bloquea el relevo generacional, se incrementa el despoblamiento y se abren las puertas a la entrada en el sector de fondos de inversión que aprovechan la coyuntura para hacerse con tierras, expulsando a familias agricultoras y ganaderas”, explican desde UPA.
Por otra parte, UPA valora muy positivamente el nuevo sistema de control en fronteras que se ha puesto en marcha como consecuencia del acuerdo y cuyo objetivo es poder garantizar en una misma inspección un único control que garantice el cumplimiento de las normas comunitarias, normas de etiquetado, leyes nacionales y requisitos fitosanitarios. Y ello bajo el control único del Ministerio de Agricultura.
UPA también ha recordad que “el año se despide con la preocupante noticia del acuerdo de la UE con Mercosur. Acuerdo del que aún no se conoce el texto y del que hay que recordar que debe ser ratificado por las diferentes instancias comunitarias. Se trata de un acuerdo con muchas caras que puede poner en peligro producciones estratégicas para España como la carne de vacuno, pollos, porcino, azúcar o zumos. Sin embargo, supone una oportunidad para nuestro aceite, vino, frutas y hortalizas o lácteos”.
UPA considera que hay que tomar medidas defensivas para proteger a los sectores más afectados y medidas compensatorias a nivel europeo en el caso de que el acuerdo afecte negativamente a los mercados europeos, pero sobre todo ante este y cualquier otro acuerdo comercial es clave los sistemas de control en frontera que garanticen el cumplimiento del acuerdo y la verificación de las cláusulas espejo.
Previsiones y compromisos para 2025
En 2025, UPA señala que seguirá luchando por mejorar la posición de agricultores y ganaderos en la cadena de valor de la producción de alimentos. Se exigirá a las Administraciones que lleven a cabo su trabajo de manera eficiente en aspectos tan destacados como la aprobación de la Ley de Agricultura Familiar, la puesta en marcha de medidas efectivas que mejoren el relevo generacional o la culminación del nuevo sistema de seguros agrarios fruto del Acuerdo.
Desde UPA se reclama al Gobierno y a todas las fuerzas políticas que se apruebe definitivamente la Ley de Agricultura Familiar, que Pedro Sánchez anunció en su discurso de investidura. “Ya no podemos esperar más. Igual que debemos seguir avanzando en la lucha y adaptación al cambio climático. Las pérdidas humanas y agrícolas en la dana de octubre son sólo un ejemplo de la capacidad destructiva del cambio climático. No podemos dejarlo para mañana. Los agricultores lo sabemos bien”, señalan.
Cuando ya comienza a debatirse la PAC más allá de 2027, “la Ley de Agricultura Familiar debe ayudarnos a establecer criterios en cuanto a la recepción de apoyos públicos. Por desgracia se está generalizando la entrada de fondos de inversión en la producción de alimentos, que puede llevarnos a una agricultura sin agricultores. Todavía estamos a tiempo de revertir esta situación, y para ello la Ley de Agricultura Familiar es un instrumento absolutamente necesario”, argumentan
Con este mismo espíritu, la organización apunta que “el Ministerio de Agricultura debe reflexionar sobre la política española de incorporación de jóvenes y analizar las medidas puestas en marcha hasta el momento. Desde UPA se ha solicitado de manera repetida que la medida de incorporación de jóvenes tiene que tener un carácter nacional, y agrupar medidas que son competencias del Ministerio de Agricultura, pero también medidas de otros departamentos”.
También piden que en 2025 se haga realidad la nueva Agencia Estatal de Control Alimentario, que amplificará sus controles a empresas comercializadoras de productos agroalimentarios, y que “esperamos sea un paso definitivo en esta lucha por la consecución de precios justos para agricultores y ganaderos. Para ello es fundamental el apoyo de todas las fuerzas políticas en el Congreso”.
Por último, “2025 nos debe traer la puesta en marcha del nuevo sistema de seguros agrarios donde la siniestralidad extraordinaria, provocada principalmente por el cambio climático, sea cubierta mediante fondos complementarios a los establecidos para el sistema de seguros agrarios. Esta medida sin duda, pondrá freno a las continuas subidas de las pólizas”, apuntan.