La agrobiodiversidad ganadera, en especial las prácticas extensivas y tradicionales, tienen una relación positiva con la diversidad de la fauna silvestre, una conclusión que podría tener implicaciones importantes para diseñar las futuras estrategias de conservación, especialmente en regiones con antiguas tradiciones agrícolas y ganaderas.
Así lo confirma el estudio pionero sobre “Relaciones entre la distribución de la fauna silvestre y diversidad del ganado”, liderado por la investigadora Elena Velado Alonso, del área de Ecología de la Universidad de Alcalá (UAH), que señala que los sistemas ganaderos terrestres, caracterizados por regiones con mayor riqueza de razas locales, representan una oportunidad para ayudar a la conservación de la vida silvestre, ya que pueden albergar más biodiversidad salvaje que las tierras agrícolas industrializadas.
Así, Velado señala que “en general, encontramos que aquellas zonas que han albergado una mayor diversidad de razas, también han sostenido una mayor diversidad de vertebrados silvestres en la España peninsular”. “Una posible explicación para esta relación positiva entre la diversidad silvestre y ganadera, tendría que ver con el papel que tienen las razas y los sistemas de producción ganaderos en el funcionamiento y la estructura de los agroecosistemas”, dice la investigadora principal del estudio.
Los resultados del trabajo matizan aquellas visiones que asumen que los usos ganaderos influyen únicamente de manera negativa sobre el medio ambiente, “cuando se trata de usos ganaderos extensivos y sostenibles, y en contextos dónde estos usos han sido capaces de generar una elevada diversidad autóctona, la ganadería podría ser una actividad favorable al mantenimiento de la biodiversidad”, concluye Elena Velado.
El trabajo, que forma parte de su tesis doctoral y en el que han participado los científicos Ignacio Morales-Castilla, Salvador Rebollo y Antonio Gómez-Sal, concluye que la coexistencia entre la diversidad de vida silvestre y de razas ganaderas autóctonas a lo largo del territorio invita a aplicar enfoques integrados, de los que podrán beneficiarse las futuras estrategias para la gestión de los paisajes agrícolas, incorporando la conservación de la naturaleza y la agrobiodiversidad en España.
Distintas asociaciones
Para llegar a este resultado, los científicos de la UAH partieron del desafío que supone la gestión del territorio garantizando la producción alimentaria al mismo tiempo que se promueve la conservación de la biodiversidad.
Para el estudio, escogieron como área de estudio la España peninsular, una región que alberga altos valores de biodiversidad tanto silvestre como ganadera, con usos humanos milenarios en la que ambos tipos de biodiversidad han coexistido e interaccionado a lo largo del tiempo.
El estudio centra su investigación en las relaciones espaciales entre las distribuciones de la biodiversidad silvestre y las razas autóctonas, y profundiza por primera vez en las variaciones entre la distribución de vertebrados silvestres -anfibios, reptiles, aves y mamíferos- y de agrobiodiversidad, considerando las especies ganaderas bovina, ovina, caprina, asnal, equina y porcina.
El estudio arroja resultados distintos para las distintas razas ganaderas. Por un lado, la riqueza de las razas bovinas muestra asociaciones positivas significativas con artiodáctilos, anfibios terrestres, reptiles y asociaciones negativas con las aves esteparias.
Por otro lado, la riqueza de la raza ovina se asocia negativamente con artiodáctilos, anfibios terrestres reptiles de hábitat rocoso, pero relacionado positivamente con las aves esteparias Estos vínculos también son significativos pero menos intensos para el resto de grupos de fauna silvestre analizados —lagomorfos, carroñeros, anfibios acuáticos y reptiles de hábitat arbustivo—.
También cambia a lo largo del territorio. Así las asociaciones más fuertes entre especies de vertebrados silvestres y razas de ganado ocurren en diferentes áreas de la región estudiada. Por ejemplo, las relaciones positivas de los artiodáctilos con las razas de ganado son más fuertes en la parte norte de la España peninsular, mientras que en el caso de las aves esteparias y el ganado ovino se dan por las mesetas centrales ibéricas. En el caso de los anfibios y las razas de ganado autóctonas, el estudio observa un efecto positivo que aumenta en magnitud siguiendo el gradiente de aridez, mientras que la riqueza de reptiles en hábitats rocosos se encuentra más fuertemente asociada a la riqueza de razas de ganado en las zonas pedregosas y poco profundas.
La diversidad de razas de aves esteparias y ovejas muestran asociaciones positivas en el centro de España, posiblemente debido a las prácticas tradicionales de pastoreo de las ovejas que promueven los hábitats preferidos de las aves esteparias. El mantenimiento de las aves esteparias depende de la conservación de prácticas de pastoreo extensivo que involucran la preservación de grandes campos abiertos, áreas de pastizales, rotaciones de barbecho y densidades de ganado adecuadas. Además, la diversidad de ovejas probablemente influya en la calidad del suelo, la composición de las plantas y la estructura del hábitat, lo que parece tener un efecto positivo en las aves esteparias.
La relevancia de esta investigación que puede tener trascendencia para el diseño de las estrategias futuras para la conservación de los paisajes agrícolas en coexistencia con la biodiversidad de la vida silvestre ha llevado a su publicación en la revista ‘Diversity & Distributions’.