Producir aceite de oliva sostenible y responsable con el medio ambiente ha dejado de ser una moda para ser una necesidad, una demanda de los consumidores. Esta es una de las conclusiones que se puso de manifiesto en la primera mesa de debate de las jornadas NaturAceite que esta semana se han celebrado en Mora (Toledo), organizadas por Eldiario.es de Castilla-La Mancha, por el Ayuntamiento de la localidad y con la colaboración de Eurocaja Rural y de la marca 'Campo y Alma'.
Esta primera mesa tenía, que por título “Mejorar la biodiversidad como elemento de comercialización diferenciada”, tuvo como protagonistas a Andrés Gómez Mora, presidente de Oleotoledo; Clara Madrid, de Al Alma del Olivo; Rufino García-Quirós, CEO de Oleó Quirós; y Gregorio Gómez, presidente de la D.O. Montes de Toledo.
Rufino García Quirós, cuya marca Oleo Quirós está muy bien posicionada en los mercados, destacaba en este mesa como elementos imprescindibles para competir “la biodiversidad y la trazabilidad” porque además esta tendencia “ha venido para quedarse ya que el consumidor nos lo está demandando”.
A su juicio, “hay una tendencia real a producciones sostenibles” y aunque en España el gasto en estas producciones sigue estando por debajo de otros países europeos, el gasto en producto ecológico se ha incrementado un 150% entre 2012 y 2020.
La explotación que gestiona en Mascaraque (Toledo), dentro de la Denominación de Origen Montes de Toledo, apostó por el ecológico en 2004 y es de las primeras en homologar la certificación de productos ecológicos, además de recibir varios premios por la calidad de sus aceites de oliva entre ellos el de mejor aceite de oliva virgen extra del Ministerio de Agricultura entre 2008 y 2009.
Actualmente, más del 80% de las exportaciones es de aceite de oliva ecológico, que alcanza mejores precios en los mercados internacionales.
Exportar ecológico
En la misma línea expuso los detalles de la explotación 'Al Alma del Olivo' su responsable, Clara Madrid, cuyo olivar también se encuentra en la DO Montes de Toledo. Empezó con una finca en La Guardia (Toledo) con una explotación de olivos nuevos con tres variedades para, posteriormente, en 2016 construir una almazara. Lo que inicialmente era un olivar convencional, fue cambiando a ecológico “porque queríamos posicionarnos en ese nicho de mercado con aceite y almazara ecológica”, señalaba.
“Nosotros hemos llegado más allá para encontrar equilibrio, favorecer el desarrollo de la fauna y flora autóctona, aumentar la biodiversidad y que todas las labores que llevamos a cabo no perjudiquen al entorno. Empezamos haciendo un cambio de suelo desnudo a cubierta vegetal y posteriormente fuimos introduciendo colmenas, hoteles de insectos, y favoreciendo la flora y la fauna salvajes”, señalaba, en muchos casos con la colaboración de la Fundación Global Nature.
“Al final, consiste en favorecer un ecosistema, una simbiosis entre olivar, cultivo y entorno, de manera que todo vaya una agricultura sostenible”, señalaba pero sin olvidar que también “buscamos kilos de aceituna” para que todo esto sea rentable.
Clara señala que al final “una materia prima sana de calidad”, permite obtener un buen aceite ecológico y “hay países que valoran mucho producir en biodiversidad, hay mucha cultura de cuidar el medioambiente y cuidar este tipo de productos”.
Por ello, ha conseguido las certificaciones para poder exportar sus producciones sostenibles a varios países. “Hay certificaciones que te acercan a otros mercados, las exigencias de campo son elevadas pero te permiten el acceso a esos mercados. Todas las labores que hacemos en el campo nos mejora la materia prima de calidad y si nosotros los avalamos con la certificaciones logramos acercamos a otros mercados y posicionarnos como una finca referente en ecológico”.
Envasar calidad
En la mesa también intervino el presidente de Oleotoledo, Andrés Gómez Mora, que destacó la importancia de producir calidad, y por ello este grupo, integrado por 39 cooperativas, ha lanzado al mercado sus aceites de oliva virgen extra Tres Culturas, “una marca estrella que hace también un reconocimiento histórico a los Montes de Toledo y a la ciudad de Toledo”. “Estos creemos que es mirar al futuro, y luchas por el olivar tradicional”, aseguraba.
Por su parte, el presidente de la DO Montes de Toledo, Gregorio Gómez, destacaba la calidad de los aceites que envasa esta DO desde 2003, una denominación que sólo permite aceite de la variedad cornicabra. “Aquí el cornicabra es el de mejor calidad, es de los aceites más estables, una variedad que se adaptar mucho a nuestro clima, a nuestro terrenos.
También en esta DO se está acentuando la tendencia a la producciones en ecológico ya que actualmente entre el 10 y 15% de los que se certifica es en ecológico.