De Albacete a Murcia en bicicleta: la lucha sostenida y sostenible contra el ‘fracking’
Han tardado tres días en recorrer los kilómetros que separan la localidad de Socovos, en Albacete, de Murcia capital. Lo han hecho en bicicleta, como reivindicación sostenible de una lucha sostenida en el tiempo para que el 'fracking', la técnica de la fractura hidráulica, no siga adelante en los dos proyectos que amenazan a la cuenca del Segura, entre ambas provincias.
Hasta medio centenar de miembros de diferentes plataformas y colectivos han participado en una experiencia reivindicativa y, a su vez, llamativa para luchar contra el fracking. Lo han hecho a pedaladas, sobre sus bicicletas, recorriendo kilómetro a kilómetro, la distancia entre Socovos y Cehegín primero, y después entre Cehegín y Cieza, para finalizar, este lunes por la tarde en a las puertas del Ayuntamiento de Murcia. Son miembros de la plataforma 'Cuenca del Segura Libre de Fracking', la asociación 'AMA' (Asociación por el Medio Ambiente y contra el Cambio Climático), la 'Plataforma Anti-Fracking Comarques de Castelló' y 'Ecologistas en Acción', a los que se han sumado ciclistas de Murcia y de la Comunidad Valenciana.
En el camino han mostrado la “amenaza real” del fracking en aquellos terrenos por los que han pedaleado y donde la empresa Oil and Gas Capital ha solicitado los permisos para hacer las primeras prospeccione. Y es que, a día de hoy, esta empresa tiene activos dos proyectos: ‘Leo’ y ‘Escorpio’, ubicados entre Murcia y Albacete. Ante esta amenaza, han llevado un mensaje claro a cada uno de los municipios donde han hecho escala: “Tenemos derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado al desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo”,al mismo tiempo que a que “los poderes públicos velen por la utilización racional de los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida, y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la solidaridad colectiva”, dicen en su manifiesto, el mismo que ha resonado en medio del camino, desde el punto de partida hasta la meta. El mismo que insiste que con el fracking “podemos perder algo tan valioso como es la calidad de nuestras aguas, nuestro suelo, nuestra seguridad, hasta el aire que respiramos, nos ponemos en marcha para hacer conscientes y llamar la atención a nuestros gobernantes, los poderes públicos, los que hemos elegido para salvaguardar nuestra seguridad y nuestra vida”.
Este lunes llegaban hasta la ciudad de Murcia donde, antes de hacer su última parada, han pasado por la puerta de la Confederación Hidrográfica del Segura, organismo al que acusan de mirar hacia otro lado frente a la amenaza que supone para los recursos hidrológicos, que en la zona escasean, que podrían contaminarse con las perforaciones.
Leyes paralizadas en el Constitucional
Aquí en Castilla-La Mancha la sombra del fracking, esta técnica de extracción de gas del subsuelo, recobró su fuerza con la decisión del Gobierno central de llevar al Tribunal Constitucional la ley que impide ‘de facto’ el fracking (fractura hidráulica para la extracción de gas o petróleo) en Castilla-La Mancha. A la decisión del Gobierno de Rajoy le siguió la del Constitucional que admitía a trámite el recurso dejando sin efecto, de manera inmediata, la norma castellanomanchega. Desde entonces el temor a que los proyectos que están vigentes en la región reanuden los trabajos es creciente. En el caso de la provincia de Albacete sólo el ‘Leo’, el que toca el sureste albaceteño y parte de Murcia, está en vigor y el miedo es que la empresa quiera comenzar con las prosprecciones en la vecina región donde ha solicitado permiso para para la perforación del pozo del Río Segura 3 ubicado en el municipio murciano de Calasparra. , tal y como denuncia la plataforma ‘Cuenca del Segura libre de Fracking’.
De comenzar con los sondeos en el proyecto Escorpio, la provincia de Albacete también se vería afectada ya que el lugar señalado para hacerlos está sobre el Acuífero El Molar, cuya mayor superficie está en territorio albaceteño, por el riesgo de contaminación de las aguas subterráneas a causa de las sustancias químicas utilizadas en el proceso de fractura hidráulica.