La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real ha vuelto a plantear, como solución a la situación de las Tablas de Daimiel, la derivación de agua a través de la tubería manchega desde el río Tajo a pesar de que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico cree no lo ve “adecuado” por su “escaso rendimiento” y opta por la activación de los bombeos de los pozos de emergencia.
ASAJA por contra rechaza esta opción porque cree que la medida “genera un déficit de agua en la zona” y después, añade, “se culpa a los agricultores de esa situación”. De hecho la organización agraria rechaza que la situación crítica del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel se deba al ejercicio de la actividad agraria y lo atribuye a las altas temperaturas y la falta de precipitaciones en época estival.
Una afirmación que se produce después de que el portavoz de los grupos ecologistas a nivel regional en el patronato del parque nacional, Rafael U. Gosálvez, declarase a EFE que la situación en Las Tablas se debe al “desmadre” en la gestión agraria del agua existe en Castilla-La Mancha y que el hecho de que este parque y los humedales manchegos se están quedando sin agua no es una cuestión de sequía, aunque sea un factor que contribuya a ello, sino porque desde hace décadas se está regando con más agua de la que se dispone.
De hecho, la propia Confederación Hidrográfica del Tajo está intentando poner coto a esta situación. El pasado mes de julio, durante una jornada virtual organizada por el organismo de cuenca para explicar la futura planificación del río se puso de manifiesto que “el problema real es que no va a haber agua” en un futuro próximo, de ahí la limitación de asignaciones de agua en la cuenca del Guadiana que, “irán creciendo hasta el horizonte 2039”.
Pese a las proyecciones a medio y largo plazo sobre la escasez de agua, ASAJA dice no comprender la decisión que calificad de “recurrente” y que ha sido adoptada “una vez más” por la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha de activar a comienzos de otoño la batería de sondeos del Parque Nacional para paliar la situación hídrica que atraviesa el parque. “Este encharcamiento artificial no solo es un parche, sino que también tiene contraindicaciones, tales como la alteración del nivel freático en el entorno de estos pozos de emergencia que podría afectar al normal desarrollo de la actividad agraria”.
ASAJA, que también tira del argumento de la importancia del Parque Natural como revulsivo turístico, reprocha que la tubería manchega siga sin estar operativa “a pesar de los compromisos adquiridos por los responsables de la Administración nacional y autonómica, habiéndose invertido ya más de 300 millones de euros”. Y sin embargo, hay que recordar que el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha asegurado ya en varias ocasiones que el agua del trasvase a través de la tubería manchega que comenzaría a funcionar en primavera se destinará “exclusivamente” al abastecimiento humano.