6.233 personas menos en el primer semestre de 2015. Es el recuento de flujo migratorio de Castilla-La Mancha, si se suma el saldo migratorio negativo exterior, y el saldo interautonómico, también negativo, de 4.580 personas. Este último, el mayor de todo el país. Comisiones Obreras achaca esta pérdida de capital humano al “panorama de precariedad” que ha terminado “forzando” el “exilio laboral” entre los castellano-manchegos. Además de esto, el sindicato señala que son 5.485 personas las que han tenido que abandonar la región en el primer semestre de este año, mientras que sólo 3.823 han decidido volver, con lo que también se llega a un saldo negativo de 1.653 personas.
No es una situación nueva y así lo recuerda también el sindicato, que achaca el éxodo al agotamiento de prestaciones, la falta de ofertas de trabajo, la desaparición de empresas y también la falta de alternativas de emprendimiento. En este sentido, Comisiones Obreras alerta de que es “el momento” de recuperar la población que ha tenido que irse “contra su voluntad”. “Las personas que han abandonado la región lo han hecho obligadas por el incendio provocado por el anterior gobierno y es responsabilidad del actual elaborar un Plan de Retorno de todas estas familias”, afirma la secretaria regional de Empleo y Migraciones, Lola Santillana, quien advierte también de que la pérdida de población puede explicar también el descenso del desempleo.
En este sentido, la organización sindical demanda un Plan de Retorno, para poder rescatar el activo “más importante” para el desarrollo de la región, las personas. Dado que la Comunidad pierde población de manera destacada entre el resto de las regiones, el sindicato señala que es “prioritario” trabajar para que quienes han abandonado la región regresen y puedan trabajar en condiciones dignas.
Los últimos datos de flujo de población publicados por el Instituto Nacional de Estadística señalan que en el primer semestre de 2015 3.832 personas fijaron su residencia en Castilla-La Mancha, pero también que 5.485 personas la han abandonado. Se trata de un saldo negativo de -1.653, la tercera región que más población ha perdido, por detrás de Madrid y la Comunidad Valenciana. Sólo Guadalajara arroja un saldo positivo: dos personas más. También se arroja un saldo negativo en emigraciones a otras comunidades autónomas,-4.580 personas de diferencia.