El pasado 8 de marzo, la mitad de la población consiguió que su voz se escuchara fuertemente. El movimiento feminista consiguió movilizar a miles de personas que, día a día, sufren discriminación y violencia por el simple hecho de ser mujeres. Gracias a ese conjunto de movilizaciones en todo el planeta, se están rompiendo los cimientos de la cultura machista, una manera de pensar que ha imperado hasta ahora pero que ya no lo tendrá tan fácil a la hora de mantener su hegemonía.
Las reivindicaciones y las manifestaciones artísticas son el lugar en el que las ideas se interpelan y contraponen. Si la música, el cine, la literatura o la publicidad ha sostenido y alimentado los cimientos de la cultura machista, cada vez con mayor frecuencia aparecen grupos musicales como Penadas por la Ley que cuestionan comportamientos que antes se aceptaban socialmente pero que, ahora, hemos comprendido colectivamente que son violencia sexual.
Pero este proceso no ocurre de un día para otro. Cambiar ideas que vulneran los derechos humanos a través del arte requiere años y años de producción artística que se atreva a cuestionar esas culturas violentas. En Castilla-La Mancha hay muchos ejemplos de iniciativas musicales que han contribuido a combatir el machismo a base de canciones. Desde el disco Miguelturra rompiendo el silencio en 2008, que unió a la comunidad musical del municipio ciudadrealeño contra la violencia machista, hasta los ejemplos más recientes como el de Rozalén, que con su canción “La puerta violeta” está consiguiendo que cale en la sociedad la necesidad de cambiar la humillación y la violencia por el respeto y la libertad. Por otro lado, la compañía de teatro y música La Chica Charcos and The Katiuskas Band cuentan la historia de una niña que no quiere ser princesa, sino muchas otras cosas más, como bombera, salvar al mundo o explorarlo.
Pero no sólo con canciones, películas o pinturas se cambia la sociedad. A veces, es necesario que existan espacios en los que la gente pueda compartir sus inquietudes y desarrollar la creatividad sin miedo. Desde el año 2017 existe un espacio más en Castilla-La Mancha para poder cultivar el pensamiento y la creación artística en común: La Lambrera en Toledo.
Se trata de un espacio creativo que nació como un sueño en la cabeza de la gestora cultural Andrea Delgado y que, a fuerza de ilusión y constancia, consiguió hacerse realidad celebrando el pasado mes de diciembre de 2017 su fiesta de inauguración tras seis meses en activo en la capital regional. En esta entrevista, Andrea Delgado explica que los jóvenes tienen que “mover la cultura en sus pueblos” luchando contra el mantra que dice que en esta región no hay actividad cultural. En esa entrevista, además, Andrea Delgado nos enseña su lista de canciones de Spotify, donde no faltan grupos y artistas castellano-manchegos como Sunday Drivers, Fizzy Soup o Kike Calzada entre otros. Puedes escucharla pulsando play en el siguiente reproductor:
Quienes también desarrollan su creatividad, añadiendo sentido del humor, son The Gagarins. El grupo de surf soviético aterrizó en Villafranca de los Caballeros el pasado 18 de febrero con un concierto benéfico a favor de la protectora de animales Animalcázar. En aquella ocasión, los componentes de The Gagarins también bajaron del sputnik para atender las preguntas de Compact Cheese, compartiendo con los lectores los detalles más divertidos de su historia, como el origen de la idea de crear un grupo de surf soviético “made in La Mancha”.
Otra de las entrevistas de esta semana es al grupo madrileño Noiah. Tras su visita al pub Vaya Vaya de Cuenca compartieron con los lectores de Compact Cheese los detalles de su historia, sus reflexiones sobre la industria musical y su energía por seguir haciendo lo que más les gusta: tocar.
En la actualidad musical en Castilla-La Mancha de esta semana también han sonado los nombres de dos artistas de la escena nacional. Por un lado, el concierto de Serrat en Ciudad Real se traslada al 1 de junio, en lugar de al día 15 como se había anunciado anteriormente. Y, por otro, Rosendo anuncia que se tomará un descanso cuando acabe la gira “Mi tiempo señorías…”. El guitarrista co-fundador de leño no tiene pensado ni dejar de grabar canciones ni dejar de actuar en directo, pero sí adoptará un ritmo más pausado como él mismo afirma en una carta de su puño y letra publicada en el foro oficial “Maneras de Vivir”. De momento, invita a sus seguidores a disfrutar de la gira que le llevará este año a El Bonillo, en el Alterna Fest, y a Manzanares en el mes de julio.
Música en directo “en clave de mujer”
La agenda de conciertos de esta semana ha estado marcada por las reivindicaciones de la huelga feminista del 8 de marzo. De este modo, han proliferado micros abiertos a favor de la igualdad. Por ejemplo, en la Tetería Pachamama de Ciudad Real como colofón final de la huelga del 8 de marzo, o en Herencia, el sábado día 10 de marzo, donde Laura Tajuelo, Álvaro Díaz, Ana Nery, Yeska y Bea Índigo se encargaron de conducir la velada “En clave de mujer” organizada por la fábrica de cerveza artesana La Maldita.
Por otro lado, el grupo de rock urbano Xofoko también aprovechó su actuación en Cuenca para concienciar sobre otro tipo de violencia, la que sufren los animales por parte de aquellos seres humanos que, o no comprenden, o les da igual saber que también son seres sintientes que merecen respeto, cariño y protección. En su actuación en la capital conquense, Xofoko presentó su último trabajo discográfico, Grita, con el single “No puedes”. El grupo ha anunciado a través de sus redes sociales que, por cada ejemplar que vendan de su último trabajo, destinarán 50 céntimos para ayudar a la asociación protectora de animales “Guapos en Adopción”. Es una muestra más del compromiso de esta banda contra el maltrato animal, que ya expresaron en otra de sus canciones: “Muerde a tu amo”.
El pasado 8 de marzo, la mitad de la población consiguió que su voz se escuchara fuertemente. El movimiento feminista consiguió movilizar a miles de personas que, día a día, sufren discriminación y violencia por el simple hecho de ser mujeres. Gracias a ese conjunto de movilizaciones en todo el planeta, se están rompiendo los cimientos de la cultura machista, una manera de pensar que ha imperado hasta ahora pero que ya no lo tendrá tan fácil a la hora de mantener su hegemonía.
Las reivindicaciones y las manifestaciones artísticas son el lugar en el que las ideas se interpelan y contraponen. Si la música, el cine, la literatura o la publicidad ha sostenido y alimentado los cimientos de la cultura machista, cada vez con mayor frecuencia aparecen grupos musicales como Penadas por la Ley que cuestionan comportamientos que antes se aceptaban socialmente pero que, ahora, hemos comprendido colectivamente que son violencia sexual.